22 de enero de 2008

HUANG - TI, NEI CHING SUE WEN






Huang-ti.

A Huang-ti (2697-2597 a. de C.) tercer emperador de china, el “emperador amarillo” se atribuye no sólo la invención del calendario y la introducción de la historia, sino también el Nei Ching Su Wen, considerado como el más antiguo texto clásico sobre Historia de la Medicina.
La obra se desarrolla a manera de diálogo entre el emperador y su ministro Chi Po, quienes tratan de dilucidar cuestiones vitales relacionadas con la salud y el bienestar del ser humano.




Tratado sobre la importancia del pulso y
la sutil habilidad para su examen
[1]

Huang-ti, el “emperador amarillo”, preguntó: “¿Cuál es el mejor método para curar?”
Chi Po contestó: “El mejor método para curar es ser consistente. Hay que aplicarlo al amanecer, cuando el aliento de Yin [principio femenino de la naturaleza] no ha empezado aún a agitarse, y el de Yang [principio masculino de la vida y la luz] no ha comenzado aún a difundirse; cuando la comida y la bebida no han sido aún ingeridas; cuando las doce venas principales todavía no están colmadas y cuando las venas lo están en completa actividad; cuando el vigor y la energía no han sido aún turbados: en ese momento preciso debe uno examinar lo que le ocurre al pulso”.

“Hay que observar si el pulso está agitado o quieto, haciéndolo con la mayor atención y habilidad. Hay que examinar los cinco colores y las cinco vísceras, comprobando si sufren de exceso o de insuficiencia, y observar los seis intestinos, para ver si están fuertes o débiles. Debe examinarse el aspecto del cuerpo, se es rozagante o desmedrado. Deben utilizarse estos cinco exámenes y combinar sus resultados, y entonces podría uno conocer las probabilidades de vida y muerte”.

“El pulso es el almacén de la sangre. Cuando los latidos son largos y los golpes prolongados, la constitución del pulso está bien regulada; cuando los latidos son cortos y débiles, la constitución del pulso sufre desarreglo. Un pulso con seis latidos por cada ciclo respiratorio, indica enfermedad del corazón; y cuando es dilatado, la enfermedad es grave”.

“Cuando el pulso superior es abundante, su impulso es fuerte; cuando el pulso inferior es abundante, indica flatulencia. Si es irregular y trémulo y los latidos se suceden a intervalos irregulares, el pulso es tenue (menos que débil, pero perceptible y fino como un hilo de seda) el impulso es tenue y fino, lento y corto como al raspar el bambú con un cuchillo, entonces indica que le corazón está inflamado y dolorido”.

“Cuando la fuerza del pulso es turbulenta y se altera el color del enfermo como u pozo burbujeante, es señal de que la enfermedad ha penetrado en el cuerpo; el color se ha corrompido y la constitución se ha debilitado. Y cuando la constitución se debilita, se rompe como las cuerdas de un laúd y muere. Por lo tanto, es imprescindible comprender la fuerza de las cinco vísceras”.

“Las cinco vísceras, que están dentro del cuerpo deben ser protegidas, Cuando las vísceras interiores están sanas, rebosan fuerza vital y pueden vencer al mal y al temor, y los tonos emitidos son armoniosos y similares a los que provienen del interior de una casa de familia; esto quiere decir que el aire del interior del cuerpo es húmedo, o como si dijéramos, que los tonos son finos y delicados, que ha terminado el ruido y que no puede continuar; todo esto significa que la fuerza vital prevalece sobre la enfermedad”.

“Cuando los vestidos que lleva una persona están descuidados, quiere decir, según un proverbio; Ni el bien ni el mal pueden ocultarse, ya estén cerca o lejos; así lo han dispuesto los dioses. Y cuando los graneros y los almacenes no guardan provisiones, es como si las puertas crecieran de sentido e importancia”.
[2]



[1] Huang-ti, Nei Ching Sue Wen, Tratado sobre la importancia del pulso y la sutil habilidad para su examen, Revista MD, 1969, Volumen VII, p. M3-M8
[2] Los graneros equivalen al estómago y las puestas al ano, según la explicación de Wan Ping, famoso comentarista de la obra, quien vivió en el sigo VIII d. De C. A él se debe la compilación del texto en la forma actual.


Fuente bibliográfica: Textos Clasicos de Medicina Tomo I. Cortés, Pérez, Rosales. Facultad de Medicina BUAP. Puebla, México 2007



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