tag:blogger.com,1999:blog-4764293048299480682024-02-21T07:22:00.944-06:00MEDICINA: HISTORIA Y FILOSOFÍAEste Blog elaborado desde el Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, tiene como objetivo servir de apoyo a las actividades de aprendizaje del curso de historia y filosofia de la medicina que se imparte como una materia del Plan de Estudio de la licenciatura de Medicina, BIENVENIDOS.Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.comBlogger24125tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-89780657889168766712021-08-20T17:45:00.001-05:002021-09-17T14:51:02.563-05:00EL DIAGNOSTICO HIPOCRATICO PARTE 2<iframe width="480" height="270" src="https://youtube.com/embed/1WJyCQUkwXU" frameborder="0"></iframe>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-806733207325237282021-08-20T15:17:00.001-05:002021-09-17T14:51:40.542-05:00EL DIAGNOSTICO HIPOCRATICO PARTE 1<iframe width="480" height="270" src="https://youtube.com/embed/MEKKqKd7J2Y" frameborder="0"></iframe>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-71039646177426116622008-02-25T11:28:00.003-06:002008-11-13T02:49:30.306-06:00RAZES<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZfcZ9_STwnGLVhMKhtOrqWgVqM-_ey8uzWgxSFMoFhKI-12yVTnVE8RzhRSgwiz0So1zFbq5R5TR6qdN__s9ARA2kkqNTtCLwy73GAQ0iipWpkITl4B35Vi-6UUcYkxmj2KpNYml6y0UE/s1600-h/Nueva+imagen+(8).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5170979519014076514" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZfcZ9_STwnGLVhMKhtOrqWgVqM-_ey8uzWgxSFMoFhKI-12yVTnVE8RzhRSgwiz0So1zFbq5R5TR6qdN__s9ARA2kkqNTtCLwy73GAQ0iipWpkITl4B35Vi-6UUcYkxmj2KpNYml6y0UE/s400/Nueva+imagen+(8).png" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#330099;"><strong>Razés</strong><br />Razés se interesó desde muy joven por la música, las lenguas y la ciencia, pero fue hasta los 30 años cuando se dedicó a estudiar medicina en Bagdad. Dirigió después un hospital en Raj y fue tan famoso que el califa lo llamó a su corte. Razés legó una gran obra literaria de la que sólo se han conservado unos fragmentos. El Liber continens, es una colección de sus escritos que se recopilaron después de su muerte.</span></span></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#330099;"></span></div><br /><br /><div><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#330099;"></span></div><br /><br /><div align="justify"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#330099;"><strong>Tratado de la viruela y el</strong> <strong>sarampión </strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#330099;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="color:#330099;"><strong><br /></strong></span><span style="font-family:courier new;font-size:130%;"><br /><span style="color:#330099;">En el nombre de Dios, el compasivo, el misericordioso, Abu Bak Muhammad ibn Zacariya dice: Fue cierta noche en una reunión en la casa de un excelente y bondadoso noble, muy ansioso de la explicación y facilitación de Ciencias útiles para la el bien de la humanidad cuando se mencionó la Viruela; dije entonces lo que recordaba acerca de esa materia. Después de ello nuestro huésped (Dios ha de favorecer a los hombres lo que les queda de vida) expresó el deseo de que compusiera una narración adecuada, sólida y completa de esta enfermedad, porque hasta la actualidad no había aparecido, ya sea entre los antiguos o modernos, un informe exacto y satisfactorio sobre ella.<br />Por eso compuse esta narración, con la esperanza de recibir mi recompensa del todo poderoso y glorioso Dios y esperando su buena complacencia.<br />I. Si algún médico dice que el excelente Galeno no ha hecho mención de la viruela y que ignoraba completamente esta enfermedad, ha de ser alguno de ellos que nunca ha leído sus trabajos, o que lo han hecho muy a la ligera. Galeno describe un emplasto en el primer libro de su Tratado Kataguenos, diciendo que es útil para distintas enfermedades “y también para la viruela”. Nuevamente al comienzo del libro decimocuarto de su tratado De los pulsos, en las primeras páginas dice que “a veces la sangre está putrefacta en un grado extraordinario y el exceso de inflamación avanza tanto que la piel se quema, y es allí donde brota la viruela y las escoriantes erisipelas, por las cuales se corroe”. Nuevamente en el noveno libro de su tratado Sobre el uso de los miembros, dice que las partes superfluas del alimento que no se transforman en sangre y quedan en los miembros, se pudren y se acidifican más en el transcurso del tiempo, hasta que generan erisipelas, viruela e inflamación progresiva. De nuevo en el cuarto libro Tineo, dice que los antiguos aplicaron el nombre a toda enfermedad que presentaba inflamación como la erisipela y viruela, y que, en su opinión, eran generadas por las bilis. Si a pesar de esto, alguno dice que Galeno no ha mencionado ningún modo de tratamiento peculiar y satisfactorio de esta enfermedad está en lo cierto.<br />Ya que, a no ser que haya hecho así en algunos de sus trabajos que no se publicaron en Arabia, no ha hecho ninguna mención de ella fuera de las que hemos citado. Por mi parte he averiguado cuidadosamente quiénes conocen las lenguas siria y griega, y les he interrogado sobre la materia. Pero ninguno pudo agregar algo a lo que he mencionado y la mayoría de ellos realmente no sabía lo que significaban aquellos pasajes que he citado distintamente.<br />Esto me sorprendió mucho así también como el hecho de que Galeno pase por alto esta enfermedad que ocurre tan frecuentemente y que requiere un tratamiento cuidadoso, cuando en otras se muestra tan ansioso de descubrir sus causas y su tratamiento. En cuanto a los modernos, aunque hayan hecho ciertamente alguna mención del tratamiento de la viruela (pero sin mucha precisión y distinción), todavía ninguno de ellos ha mencionado la causa de la enfermedad, como es difícil que alguien no la adquiera, ni ha estudiado correctamente su tratamiento. Por esta razón, tenemos la esperanza que la recompensa de aquel hombre que nos ha dado el valor de componer este trabajo, así como en la nuestra propia, se verá duplicado desde que hemos mencionado todo lo que es necesario para el tratamiento de esta enfermedad y, con el permiso de Dios, arreglado y cuidadosamente dispuesto todo en su lugar correcto. Empezaremos ahora, por lo tanto, mencionando la causa eficiente de este mal, y porque difícilmente alguno le escapa, y después trataremos de las cosas que se relacionan con él, sección por sección, (con la ayuda de Dios), sobre todo esos puntos, los cuales estudiaremos con amplitud. Digo que todo hombre, desde el nacimiento hasta la ancianidad, tiende continuamente a la sequedad; y por esta razón la sangre de los niños y de las criaturas es mucho más húmeda que la sangre, y todavía más que los ancianos. Además de esto, es mucho más caliente, como Galeno lo atestigua en su Comentario sobre los Aforismos en el cual dice que: “el calor de los niños es mayor en cantidad que el calor de los jóvenes y el calor de estos es más intenso en cualidad”. Esto además, es evidente por la fuerza con que tienen lugar en los niños los procesos naturales como la digestión y el crecimiento del cuerpo. Por esta razón la sangre de los niños y de las criaturas puede compararse al mosto, en el cual todavía no ha empezado la cocción, ni la fermentación que conduce a una perfecta madurez. La sangre de los jóvenes puede compararse al mosto, ya que ha fermentado, emitido un silbido y arrojado abundantes vapores y sus partes superfluas, como vino que, ya aquietado y sin espuma, ha alcanzado su fuerza máxima. En cuanto a la sangre de ancianos puede compararse al vino que ha perdido su fuerza y que ha empezado a ponerse insípido y agrio. La viruela aparece cuando la sangre se fermenta y se pudre de modo que los vapores superfluos son arrojados a ella, y la sangre de las criaturas, que es como mosto, se convierte en sangre de jóvenes que es como vino perfectamente maduro; la misma viruela puede compararse a la fermentación y el silbido que ha ese tiempo ha tenido lugar en el mosto. Esta es la razón por la cual los niños, especialmente los varones, raramente escapan a esta enfermedad, porque es imposible evitar el pasaje de la sangre de este estado a otro, lo mismo que es imposible evitar que el mosto (cuya naturaleza es emitir un silbido y fermentar) se transforme en el estado por el cual pasa después del silbido y de la fermentación. Raramente un niño o una criatura que posea un temperamento que permita a su sangre pasar del primer al segundo estado poco a poco, despacio y ordenadamente, de tal modo que esta fermentación y silbido no se evidencien en la sangre. Ya que un temperamento, para presentar así un cambio gradual, debe ser frío y seco, mientras que el de los niños justamente lo contrario, así como es su dieta ya que el alimento de las criaturas consiste en leche; y aunque el alimento de los niños no consiste en leche, está más próximo a ella que el de cualquier otra edad. Hay también mayor mezcla en su alimento así como también más movimiento después de él, por cuya razón un niño raramente escapa de la enfermedad. Alteraciones posteriores se producen, según su condición, de acuerdo con su temperamento, régimen y disposición natural, el aire que lo rodea y el estado cualitativo del sistema vascular, pues en algunos individuos la sangre fluye más rápidamente, y en otros despacio; en algunos es abundante y en otros, deficiente; en algunos de mayor calidad y en otros, menos deteriorada. En los jóvenes la maduración de su sangre, que ya ha pasado al segundo estado, está establecida y son exhaladas las superfluas partículas de humedad que necesariamente causan putrefacción. De aquí resulta que sólo algunos individuos entre ellos adquieren esta enfermedad; esto es aquellos cuyo sistema vascular es demasiado jugoso o se ve corrompido en cualidad, por una violenta inflamación; o quienes en su infancia tuvieron varicela, por lo cual, la transición de la sangre del primero al segundo estado no ha sido perfecta. También se produce en aquellos que tienen un calor débil o poca humedad; en aquellos que habiendo tenido la varicela en su niñez son de cuerpo delgado y seco, de color débil y apacible; y en los que al convertirse en jóvenes, usaron una dieta para fortalecer y engordar su cuerpo, o una dieta que corrompió su sangre. Los ancianos rara vez adquieren viruela, exceptuando una constitución pestilente, pútrida y maligna del aire, donde principalmente prevalece esta enfermedad. El aire pútrido que tiene y una proporción indebida de calor y humedad, y también un aire inflamado, promueve la erupción de esta enfermedad, convirtiendo a su propio temperamento el espíritu de los ventrículos del corazón y convirtiendo por medio del corazón, la totalidad de la sangre en las arterias en un estado de corrupción análogo al suyo.</span></span></div><br /><br /><p><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#330099;"></span></p><br /><br /><p><span style="color:#330099;"></span><span style="font-family:courier new;font-size:130%;"></p></span><br /><br /><span style="font-family:courier new;font-size:130%;"><div align="justify"><br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-family:courier new;font-size:85%;color:#330099;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-family:courier new;font-size:85%;color:#330099;"><strong> Abu Bakr Muhammad ibn Zakariya al-Razi (Razes), Tomado de: José Gaspar Rodolfo Cortés Riveroll, Domingo Pérez González y Salvador Rosales de Gante, Lectio et disputatio, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2003, p. 78-87.</strong></span></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-25813122090722068912008-02-20T19:41:00.004-06:002008-11-13T02:49:30.584-06:00ISIDORO DE SEVILLA<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzY49pwGpz7BKxRZ4245Iqq8inYJUXI4TbRS-WXT4KWBdPHMBi7v9pp67U-vqp8FMBjyiZEudFyQGx034xaWvfCYBQgiqWPmMB1X4TwZ3hwT9iW5RWLucoTIrSSHvJX96wmDNa7Xh3b0UP/s1600-h/Nueva+imagen+(5).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5169246250602037314" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzY49pwGpz7BKxRZ4245Iqq8inYJUXI4TbRS-WXT4KWBdPHMBi7v9pp67U-vqp8FMBjyiZEudFyQGx034xaWvfCYBQgiqWPmMB1X4TwZ3hwT9iW5RWLucoTIrSSHvJX96wmDNa7Xh3b0UP/s400/Nueva+imagen+(5).png" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMm5yXPlmCS0csn6WfXmSxxwSaN0mAlqxNAPDXlOdrKBG4pyfCjL7faBd0u02bHdy8OpJPGhlNbneUm9TQa6ELRWsjWrbDsVtoo4_nx6owm9_HdxVXpo4nZfHwT1ReN4EjsmmV6Q8Ashik/s1600-h/Nueva+imagen+(4).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5169246254897004626" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMm5yXPlmCS0csn6WfXmSxxwSaN0mAlqxNAPDXlOdrKBG4pyfCjL7faBd0u02bHdy8OpJPGhlNbneUm9TQa6ELRWsjWrbDsVtoo4_nx6owm9_HdxVXpo4nZfHwT1ReN4EjsmmV6Q8Ashik/s400/Nueva+imagen+(4).png" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#cc9933;"><strong></strong></span></span></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#cc9933;"><strong></strong></span></span></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#cc9933;"><strong>Isidoro de Sevilla<br /></strong><br />Obispo y teólogo de la España visigoda. Hacia el año 600 sucedió a su hermano Leandro como arzobispo de Sevilla, cargo que ostentó hasta su muerte. Promovió la creación de escuelas catedralicias y presidió el concilio de Toledo, que marcó la unificación litúrgica de la España visigoda e impulsó la formación cultural del clero. Autor prolijo, escribió tratados filosóficos, lingüísticos e históricos. De entre sus numerosas obras destacan: De natura rerum, De ordine creaturarum, Regula monachorum y, sobre todo las Etymologiae. Dividida en veinte libros, constituye un enorme tratado en el que se contemplan todos los ámbitos de saber de la época, desde las artes hasta el derecho o la mineralogía. Muy leído durante la Edad Media, fue el primero de los grandes compiladores medievales. Fue canonizado en 1598, y en 1722 el papa Inocencio XIII lo declaró doctor de la Iglesia.</span></span></span></div><br /><div align="justify"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;"></span></strong></div><br /><div align="justify"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;"></span></strong></div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;">Etimologías </span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;">[1]</span></a><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;"><br />1. Sobre la medicina. Medicina es la ciencia que protege o restaura la salud del cuerpo, y su campo de acción lo encuentra en las enfermedades y las heridas. A ella le incumben no sólo los remedios que procura el arte de quienes con toda propiedad se llaman médicos, sino, además, la comida, la bebida, el vestido y el abrigo; todo aquello, en fin, que sirve de defensa y protección, gracias a lo cual nuestro cuerpo encuentra salvaguardia frente a los ataques y peligros externos.<br />2. Sobre su nombre. “Medicina” deriva su nombre de “medida”, es decir, de la moderación; y se llamó así, según se cree, porque no se emplea en grandes proporciones, sino poco a poco; y es que la naturaleza, con lo mucho, sufre tribulaciones; en cambio, con lo comedido, siente placer. De modo que quienes beben, en exceso o con asiduidad, pócimas y antídotos, suelen padecer enfermedades. La consecuencia de todo exceso no es la salud, sino el peligro de la misma.<br />3. Sobre los inventores de la medicina. Entre los griegos, Apolo pasa ser el autor y descubridor de las artes médicas. Su hijo Esculapio la desarrolló con una dedicación digna de encomio. Pero después de que Esculapio murió, fulminado por un rayo, el arte de curar, según se dice, estuvo prohibido. La ciencia pereció al par de su artífice, y permaneció soterrada durante casi quinientos años, hasta los tiempos de Artajerjes, rey de los persas. En esta época sacóla de nuevo a la luz Hipócrates, descendiente de Esculapio y nacido en la isla de Cos.<br />4. Sobre las tres escuelas médicas. Los tres personajes citados concibieron otras tantas escuelas. La primera de todas, la “metódica”,</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn2" name="_ftnref2"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;">[2]</span></a><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;"> ideada por Apolo, iba acompañada de medicamentos y conjuros. La segunda, la “empírica”,</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn3" name="_ftnref3"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;">[3]</span></a><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;"> o experimental, fue patrocinada por Esculapio, y se basaba, no en los indicios que proporcionaban los síntomas, sino únicamente en la experiencia. La tercera era la “lógica”, es decir, la racional, y su autor fue Hipócrates. Este último, después de decidir sobre las circunstancias de la edad del paciente, de la zona, de las enfermedades, buscaba mediante el raciocinio el remedio de la ciencia; e investigaba, poniendo en juego la razón, cuál era la causa de las enfermedades. Los empíricos no seguían más que la experiencia, mientras que los lógicos sumaban el raciocinio a la experiencia. Los metódicos no tenían en cuenta ni el examen de los síntomas, ni las circunstancias temporales, ni la edad, ni las causas, sino únicamente la existencia misma de las enfermedades.</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#cc9933;"></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#cc9933;"></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:85%;color:#cc9933;"><strong>Fuente bibliográfica: Cortés, Pérez y Rosales. Textos clásicos de Medicina . Tomo I. Facultad de Medicina Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Puebla, México 2007</strong></span></div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-family:courier new;font-size:85%;color:#cc9933;">[1]</span></a><span style="font-family:courier new;font-size:85%;color:#cc9933;"> San Isidoro de Sevilla, Etimologías, Edición bilingüe, versión española de José Oroz Reta y Manuel A. Marcos Casquero, Tomo I, Libro IV, España, Biblioteca de Autores Cristianos, 1982, p. 483, 485, 487, 501, 503.<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref2" name="_ftn2"><span style="font-family:courier new;font-size:85%;color:#cc9933;">[2]</span></a><span style="font-family:courier new;font-size:85%;color:#cc9933;"> Profesaba que la enfermedad consistía en la contracción o relajación de los poros.<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref3" name="_ftn3"><span style="font-family:courier new;font-size:85%;color:#cc9933;">[3]</span></a><span style="font-size:85%;"><span style="color:#cc9933;"><span style="font-family:courier new;"> Movimiento filosófico de los escépticos, rechazaban todo razonamiento a priori</span>.</span></span></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-46086856715736844682008-02-07T09:45:00.000-06:002008-02-07T09:53:36.560-06:00IMÁGENES DE LA MEDICINA ANTIGUA VIII<p align="center"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='412' height='383' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyHUL6KpTQmLytTgP7j1kqjKq0bhnNlxSo_NBIqrcxXzorKpunPi08Wh-RbSNKoqSGAI7vlNe9h5K5ZKCva9Q' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-31101052220408279042008-02-05T13:15:00.000-06:002008-11-13T02:49:30.949-06:00PABLO DE EGINA<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0J6JZUkJEwli33P8GTd_r3yR2KPS9Kf8zVXkF-V35d0qI-f0jKy5He8xxmdOwASiT1GCDRhwVwHGzofPeGQuet_1Cvd4gtOeg0YP9PQAveRs5NNHRT-86DW7RenfiWmWwrn_N29OGHbwZ/s1600-h/Nueva+imagen+(6).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5163577455817463314" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0J6JZUkJEwli33P8GTd_r3yR2KPS9Kf8zVXkF-V35d0qI-f0jKy5He8xxmdOwASiT1GCDRhwVwHGzofPeGQuet_1Cvd4gtOeg0YP9PQAveRs5NNHRT-86DW7RenfiWmWwrn_N29OGHbwZ/s400/Nueva+imagen+(6).png" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtHwwE4tVfDRqaZoF3HDDKFL7qoDYXPpwYP61bonQG6u_R0Iehtk6H3fAVirNgjNq0jmQvYtNUm8UX7pRqPD4h5sdmUAvF1Sx0-WwrKCiJa0fzp0gaxzQSam1CaQ4xRnzY2yrBxxWVE8mS/s1600-h/Nueva+imagen+(7).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5163577477292299810" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtHwwE4tVfDRqaZoF3HDDKFL7qoDYXPpwYP61bonQG6u_R0Iehtk6H3fAVirNgjNq0jmQvYtNUm8UX7pRqPD4h5sdmUAvF1Sx0-WwrKCiJa0fzp0gaxzQSam1CaQ4xRnzY2yrBxxWVE8mS/s400/Nueva+imagen+(7).png" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-family:times new roman;font-size:130%;color:#666600;"><strong>Pablo de Egina</strong><br /><br />Pablo de Egina. Médico griego. Estudió y ejerció en Alejandría, escribió una obra recordatoria en siete volúmenes: Hypómnema o Memorándum, en la que resumía la obra de Galeno y de Oribasio, En el sexto de ellos trata de la cirugía, lo cual le valió ser considerado como el padre de esta rama, además de gozar de gran fama como obstetra.<br />La gran claridad con que compendió y ordenó el saber médico de la antigüedad, junto a sus aludidos méritos quirúrgicos y obstétricos, hicieron de su persona el gran transmisor a la Medicina arábiga y cristiana de los siglos posteriores. Traducida al árabe, esta obra tuvo gran importancia para la medicina islámica y ulteriormente para el conocimiento médico medieval en Europa. La primera edición latina data de 1528. Las múltiples ediciones renacentistas de su compendio dan fe de su gran prestigio, pero no sólo las de estos tiempos, sino que en pleno siglo XIX fue traducido al inglés.<br /><br /><br /><strong>La cirugía de las escrófulas.</strong><br /><br />La “choeras” o escrófula es una glándula endurecida que aparece casi siempre en el cuello, en las axilas o en las ingles. Su nombre deriva de una palabra que sirve para designar una especie de roca, o quizá de la que se usa para designar a los cerdos, debido a que son animales fértiles o porque tienen tumoraciones en el cuello. Las escrófulas aparecen en la parte anterior del cuello, en un lado o en ambos, y pueden ser una, dos o más; todas tienen membranas propias, como el esteatoma, el ateroma y el meliceris. Las que duelen al tacto y al aplicarles medicamentos son de naturaleza maligna y deben ser consideradas como carcinomatosas; no hace falta decir que no permiten intervenciones quirúrgicas. Por el contrario, las indoloras al tacto y a la aplicación periódica de medicamentos pueden ser operadas de la forma que sigue. Las superficiales y cercanas a la piel, tras practicar una incisión simple, se liberan de los cuerpos que las rodean y se extirpan por completo, separando los bordes de la herida, estirando la piel con ganchos, como hemos expuesto al describir las operaciones de vasos. Las que son mas grandes se atraviesan con los ganchos para levantarlas; tras disecar la piel de manera parecida, tienen que ser separadas de los cuerpos que las rodean, evitando en especial las arterias carótidas y los nervios recurrentes. Si un vaso seccionado estorba la operación, hay que ligarlo, o extirparlo si no es grande. </span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-family:times new roman;font-size:130%;color:#666600;">FUENTE BIBLIOGRÁFICA: TEXTOS CLÁSICOS DE MEDICINA. TOMO I. CORTES, PÉREZ Y ROSALES. FACULTAD DE MEDICINA BUAP. PUEBLA, PUE. MÉXICO 2007</span></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-12409128120251443532008-02-05T13:01:00.000-06:002008-02-05T13:15:11.102-06:00IMAGENES DE LA MEDICINA ANTIGUA VII<p align="center"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='445' height='389' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxgjOjC7wV0FPe2H1Gh_tbNSA19R0XfNo9RGv-piI-R17yYrieRKekMNFwQy_qSuPmr6_XnazzqLc3ykbVtVg' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-7518289229460991032008-02-05T12:23:00.000-06:002008-02-05T12:57:23.755-06:00IMAGENES DE LA MEDICINA ANTIGUA VI<p align="center"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='484' height='386' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxi1jvJ89heihds3eFmwKVK2D6gRy_BFFj9fGc1dHiP5dRuP3TbRf_JSyr-8UTS5nCJ4c7k85jja3ogRE85cw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-66000698652306099722008-01-30T19:07:00.001-06:002008-11-13T02:49:31.274-06:00GALENO DE PÉRGAMO<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-9OWbxAa8dibI1YymIRwt6qN-qT3aA3kPXdgeNvOv-D2rEW8iJss8gZlXGM46UMIFqrnGk1SYkvHVtwD-6YlMwefgGbH_6ozr_qt285jjVDFyE_4M3ZTcbRC_oqKMZKECe2FBUcrWZbFX/s1600-h/Nueva+imagen+(2).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5161441959423186418" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-9OWbxAa8dibI1YymIRwt6qN-qT3aA3kPXdgeNvOv-D2rEW8iJss8gZlXGM46UMIFqrnGk1SYkvHVtwD-6YlMwefgGbH_6ozr_qt285jjVDFyE_4M3ZTcbRC_oqKMZKECe2FBUcrWZbFX/s400/Nueva+imagen+(2).png" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv0QIo-wx0moP-MEc2SA8kouXsUOfW3dDQqjCYIbR-MkywePh1EoJVzmCtNXZlYQvsJXN_q4v0gPciiNs8UpvQPjEmLYgJn07Kta1dEULa2THJ14_Odlg1xi2bCa1Xr4iPHZAQCvn-Obuq/s1600-h/Nueva+imagen+(3).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5161441963718153730" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv0QIo-wx0moP-MEc2SA8kouXsUOfW3dDQqjCYIbR-MkywePh1EoJVzmCtNXZlYQvsJXN_q4v0gPciiNs8UpvQPjEmLYgJn07Kta1dEULa2THJ14_Odlg1xi2bCa1Xr4iPHZAQCvn-Obuq/s400/Nueva+imagen+(3).png" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#cc6600;"><strong>Claudio Galeno de Pérgamo.</strong><br /><br />Galeno nació en Pérgamo de una familia de arquitectos, fue un médico griego. Sus puntos de vista dominaron la medicina europea a lo largo de más de mil años. Se interesó por una gran variedad de temas, agricultura, arquitectura, astronomía, astrología, filosofía y principalmente medicina. Inicia su formación en la medicina a los 17 años de edad. A los 20 años se convierte en therapeutes (discípulo o socio) del dios Asclepio. Durante doce años se dedica a estudiar medicina. Cuando regresa a Pérgamo, trabaja como médico en la escuela de gladiadores durante tres o cuatro años. Viaja a Esmirna, Corinto y Alejandría donde amplía sus conocimientos en anatomía y clínica. Siendo ya reconocido, ubica su residencia en Roma, como médico de los emperadores Marco Aurelio y Lucio Vero. En sus obras Galeno demuestra su capacidad para emitir conclusiones a partir de las relaciones que encuentra entre datos provenientes de la experimentación con animales, la práctica clínica y el quehacer filosófico, científico y práctico decantado con la experiencia. </span></span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;"></span></strong></div><ul><li><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;">Sobre las Escuelas de Medicina a los principiantes </span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><strong><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;">[1]</span></strong></a>.</div></li></ul><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#cc6600;">El propósito del arte médica es la salud, y su fin la adquisición de ésta. Es preciso que los médicos conozcan los procedimientos mediante los cuales puede uno procurarse la salud, si no se tiene, o conservarla, si se tiene ya. Aquello que procura la salud se no se tiene recibe el nombre de remedios y auxilios, mientras que lo que la preserva se denomina dieta saludable.<br />Precisamente la antigua definición afirma que la medicina es la ciencia de los factores saludables y nocivos, llamando saludables a aquellos que preservan la salud existente y recuperan la que se ha perdido, y nocivos a los contrarios a éstos. El médico precisa efectivamente del conocimiento de ambos con el fin de obtener unos y evitar los otros. Sin embargo, de dónde ha de procurarse el conocimiento de estos factores es algo sobre lo que no existe acuerdo entre todos, sino que unos aseguran que la experiencia se basta a sí misma para el arte, mientras que para otros la razón parece desempeñar un papel no desdeñable. Los primeros se llaman empíricos porque parte únicamente de la experiencia, y derivan de ésta su nombre, y del mismo modo los que parten de la razón se llaman racionales. Éstas son las dos primeras escuelas de medicina: la una se basa en la experiencia para llegar al descubrimiento de los remedios, y la otra en las demostraciones.<br />Estas escuelas recibieron los nombres de empírica y racional, y se extendió la costumbre de llamar a la empírica observadora y mnemonéutica, y a la racional dogmática y analogística. Y de forma análoga a las escuelas, a los hombres que se habían decantado por la experiencia les llamaron empíricos, observadores y mnemonéuticos de los hechos evidentes, mientras que cuantos se habían sometido a la razón fueron denominados racionales, dogmáticos y analogísticos.<br />Los empíricos afirman que el arte médica se constituye del siguiente modo: después de observar que muchas de las enfermedades humanes se producen de manera espontánea, estén los hombres sanos o enfermos, las diarreas o alguna otra afección de este tipo que conlleva daño o beneficio pero que no tiene una causa bien perceptible, mientras que otras tienen una causa evidente pero no dependen de nuestra voluntad sino de alguna contingencia, como cuando sucede que al caerse alguien o recibir un golpe o ser herido de cualquier otra manera le fluye sangre, o cuando en la enfermedad, y satisfaciendo el deseo, de bebe agua fría, vino u otra cosa por el estilo, y cada una de éstas acaba en beneficio o perjuicio: pues bien, a la primera clase de factores que benefician o perjudican la llamaron “natural”, y a la segunda “coyuntural”.<br /></div></span></span><div align="justify"><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#cc6600;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#cc6600;"><strong> Galeno, Tratados filosóficos y autobiográficos, Traducción al castellano de Teresa Martínez Manzano, España, Editorial Gredos, 2002, p. 111-119.</strong></span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><ul><li><strong><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;">Sobre la epilepsia y sus causas </span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><strong><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;">[1]</span></strong></a><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#cc6600;"><strong> </strong></span></span></li></ul><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"><span style="color:#cc6600;">Diferencias entre humores flemáticos y melancólicos, causantes de epilepsias, melancólicas, delirios violentos y frenitis. La epilepsia es también una convulsión de todas las partes del cuerpo y no se produce de forma continua como la emprostotonía, la opistotonía y el tétanos, sino a intervalos de tiempo. No sólo en ello se diferencia de los mencionados espasmos, sino también de la lesión en la conciencia y de las sensaciones; por ello es evidente que el origen de esta afección está arriba, en el propio encéfalo. Y como cesa también rápidamente, es más lógico pensar que un espeso humor produce la afección en los ventrículos encefálicos al obstruir la salida del pneuma, y que el principio de los nervios se agita para sustraerse a las sustancias molestas.<br />Tal vez también, al empaparse el origen de cada nervio, se produce el espasmo de los epilépticos de forma semejante a los espasmos que tienen su origen en la médula. Lo repentino de su comienzo y cese demuestra que la afección no se origina nunca por sequedad y vacuidad, sino por la consistencia de un humor. En efecto, un humor espeso y viscosos podría obstruir de repente los conductos; sin embargo, no es posible que el encéfalo o la membrana delgada que allí se encuentra lleguen a tal estado de sequedad como para asemejarse al cuero, sino al cabo de mucho tiempo. A ello se añade que este enfermo no ve ni oye ni ejerce en absoluto ningún sentido; tampoco comprende lo que ocurre y tiene afectados su raciocinio y su capacidad de recordar.<br /></span></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#cc6600;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#cc6600;"><strong> Galeno, Sobre la localización de las enfermedades, Traducción al castellano de Salud Andrés Aparicio, España, Editorial Gredos, 2002, p. 130-135.</strong></span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><ul><li><div align="justify"><strong><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;">Sobre las diferencias de los pulsos </span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=476429304829948068&postID=6600069865230609972#_ftn1" name="_ftnref1"><strong><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;">[1]</span></strong></a><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;"></span></div></li></ul><div align="justify"><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;">Qué fue lo que impulsó a Galeno a combatir las chanzas de los neumáticos, y qué es el pulso exactamente. Ya he dicho al comienzo del segundo libro cuánta utilidad para la práctica del arte se contiene en el libro primero, pues quedó expuesto a lo que se refiere a todo el número de pulsos y recorrimos sus denominaciones, en cuanto las hay, y mandé que el que quisiera pasar a lo útil de la doctrina del conocimiento del pulso, la leyese escrita en cuatro libros a continuación de esta obra, y después leyese la de las causas en otros cuatro, y así llegaría a la de los pronósticos, escrita por nosotros mismos, también está en otros cuatro libros.<br />Pero en esta obra acerca de las diferencias de pulso, lo que viene después del libro primero, lo mismo que voy a escribir ahora, se ha escrito por la superflua charlatanería de los médicos modernos, a petición de algunos compañeros, aunque yo les he resistido durante mucho tiempo. Pues me parecía mejor dejar sin escribir cosas inútiles y superfluas, y no responder con divagaciones, ni voluntaria ni involuntariamente, a lo que divagan.<br />Pero en verdad es insoportable el atrevimiento de algunos, que desconocen cuántas son las dificultades de la definición, mas con todo definen, no sólo los pulsos, sino todo lo demás. Y si bien de nada sirven las definiciones cuando sin llegar a ellas se comprenden bien las cosas, como en la denominación del pulso, la cual no solo comprenden los médicos sino todos los hombres. Pues cuando extienden la mano y presentan la muñeca, mandando que el médico palpe el pulso, ¿hay que decir que ellos usan el nombre de pulso como podrían usar el de skindapsós<strong>,</strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=476429304829948068&postID=6600069865230609972#_ftn2" name="_ftnref2"><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;"><strong>[2]</strong></span></a><span style="font-family:verdana;color:#cc6600;"> o bien pronunciando tal voz indicando una cosa? Me parece que es mejor decir que significando una cosa es como han puesto el nombre de pulso. ¿Es que llaman al pulso como al hipocentauro y las sirenas o la Escila, o ponen el nombre como de cosa existente? A mí me parece también en este caso que es mejor decir que el nombre de pulso se dice por aquellos como de cosa existente, y esa cosa es el movimiento de las arterias, que ven durante toda la vida todos los hombres en todas partes del cuerpo donde aquellas existen. Pues ciertamente también en las partes inflamadas dicen que se siente cierto pulso, como también que las sienes laten en las fibras ardientes, después de la bebida excesiva de vino puro, en ciertas cefalalgias, y especialmente en las originadas por insolación. Y cuando estas cosas se las explican los unos a los otros, no necesitan de largos discursos con los que los médicos modernos han llenado libros de las admirables discusiones que hacen unos contra otros acerca de la definición del mismo pulso y de todas las diferencias particulares de él, como del vehemente y grande y pleno, igual y ordenado y los restantes, de los cuales ya he dicho mucho por causa de ellos y de sus escritos donde comento y a la vez juzgo el libro de Arquígenes sobre los pulsos, puesto que a este hombre, junto con los demás médicos modernos, le atacó la enfermedad de la definofilia (pues yo también aplico esta denominación nueva a una cosa nueva). Por cierto que no era digno Arquígenes de sufrir este mal, ya que era hombre bien cuidadoso en la práctica del arte. Pero lo mismo que de la sarna y de la oftalmia disfrutan sin quererlo algunos de los que se acercan, así también este hombre ha sido arrastrado a las charlatanerías sobre las definiciones, aunque se aplicara más que los otros a las obras del arte.<br />Que ciertamente desean lo que más ignoran, se lo muestro a ellos en pocas palabras: ordeno que digan el nombre de lo que quiero, y después que hagan esto les mando otra vez que digan un número de versos, y lo recorro en el metro que quieran tratando de la definición. Y quedan heridos con este alarde, aunque se hallan en un alto grado de estupidez. Porque como se puede hacer sobre cada uno de los hombres un libro entero, resultarán más de mil versos. Y si vamos recorriendo igualmente todo punto por punto, me parece que me he decidido a una cosa tremenda si me veo obligado a irme planteando cuestiones acerca de los pulsos para mostrar la necia charlatanería de ellos. </span><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=476429304829948068&postID=6600069865230609972#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#cc6600;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#cc6600;"><strong> José Gaspar Rodolfo Cortés Riveroll, Domingo Pérez González y Salvador Rosales de Gante, Lectio et disputatio, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2003, p. 58-72.<br /></strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=476429304829948068&postID=6600069865230609972#_ftnref2" name="_ftn2"><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#cc6600;"><strong>[2]</strong></span></a><span style="font-family:verdana;font-size:78%;color:#cc6600;"><strong> Nombre arbitrario, dado al azar por el autor en tono irónico.</strong></span></div><div align="justify"><span style="font-family:Verdana;font-size:78%;color:#cc6600;"></span></div><div align="justify">FUENTE BIBLIOGRÁFICA: TEXTOS CLÁSICOS DE MEDICINA TOMO I. CORTES, PÉREZ Y ROSALES. FACULTAD DE MEDICINA DE LA BUAP. PUEBLA. PUE. MÉXICO 2007</div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-46123097206281110612008-01-30T09:56:00.000-06:002008-11-13T02:49:31.574-06:00RUFO DE EFESO<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhVPjwjwOOu43zuaOeh26y5Gu1TbI2IBMkRSM965ft8qhampndQzLy-ZHlJ6bB7v9FfV1-HTs7L53Q-g73UtFNEDHYy_aIzQiyYUAcLlDSX-kyEOJNCo9SL1jkZ_ktDjaHC8ktO6jn3IEH/s1600-h/Nueva+imagen+(4).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5161299568372422098" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhVPjwjwOOu43zuaOeh26y5Gu1TbI2IBMkRSM965ft8qhampndQzLy-ZHlJ6bB7v9FfV1-HTs7L53Q-g73UtFNEDHYy_aIzQiyYUAcLlDSX-kyEOJNCo9SL1jkZ_ktDjaHC8ktO6jn3IEH/s400/Nueva+imagen+(4).png" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXNOTu6yMLD0eDrNpjb4IuWb8GuFeuGxQRs9ecC1ct4KOIWFLTRNyihkMHXCkflB9oAf7ml-c_t3hkULm2LhSNWIcHwO2wojbA2BeMFk9Fu7tIFwaGzQ4Xrh2OaBbmOeZ7wSduEBl240oV/s1600-h/Nueva+imagen+(5).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5161299576962356706" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXNOTu6yMLD0eDrNpjb4IuWb8GuFeuGxQRs9ecC1ct4KOIWFLTRNyihkMHXCkflB9oAf7ml-c_t3hkULm2LhSNWIcHwO2wojbA2BeMFk9Fu7tIFwaGzQ4Xrh2OaBbmOeZ7wSduEBl240oV/s400/Nueva+imagen+(5).png" border="0" /></a><span style="font-family:georgia;font-size:130%;"> <span style="color:#660000;"><strong>Rufo de Efeso</strong><br /><br />Anatomista griego anterior a Galeno, Rufo de Efeso es célebre por sus investigaciones sobre el corazón y los ojos, se sabe que estuvo interesado particularmente en la neuroanatomía y distinción entre el cerebro y cerebelo, reconoció las membranas que recubren al cerebro, describió el cuerpo calloso y los ventrículos; identificó el paso entre el tercer y cuarto ventrículos.<br />Describió la melancolía, siguiendo la teoría humoral dividió la melancolía en tres tipos: en el primero la bilis negra actuaba principalmente sobre el cerebro, en el segundo, el más grave, se difundía por toda la sangre, en el tercero se localizaba en el estómago; en este último caso se producían los cuadros hipocondríacos. Tres de sus obras más importantes fueron: De corporis humani appellationibus, sobre las enfermedades del riñón y la vejiga, y las Quaestiones medicinales. La primera referencia al término aneurisma (del griego dilatar) corresponde a Rufo de Efeso </span></span></div><div align="justify"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#660000;"></span></div><div align="justify"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#660000;"><strong>Sobre la interrogación al paciente </strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#660000;"><strong>[1]</strong></span></a><br /><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#660000;"><br />Lo primero que hay que preguntar al paciente es si la enfermedad que le aflige ahora es habitual en él o es algo nuevo en su vida, pues, en general, muchas personas enferman del mismo mal más de una vez, tienen mismos síntomas y son tratados de manera similar. Aunque tal vez haya pensado otras veces el médico que síntomas son muy difíciles de evitar y que no admiten tratamiento, no le parecen graves ni imposibles de tratar en el caso presente. Es indudable que en todos los casos el hábito tiene la mayor importancia, tanto para ayudar a resistir las enfermedades graves como para curarlas. Así, pues, creo que conviene investigar la naturaleza de cada persona (physis) en sus diversas formas, ya que todos no tenemos la misma naturaleza: diferirmos grandemente unos de otros en todos los aspectos. Por lo tanto, si inquirís acerca de la digestión, encontraréis que hay alimentos fáciles de digerir para unos y difíciles para otros. Y del mismo modo, las medicinas que provocan la catarsis o que se eliminan por la orina, obran de modo diferente en personas distintas, llegando algunos purgantes incluso a producir vómitos y algunos eméticos a obrar como purgantes. En una palabra, ninguna de estas substancias es tan constante en su acción que el médico pueda incluirla en una sola categoría.<br />Por consiguiente, hay que preguntar al paciente de qué manera le afecta cada alimento o bebida, y si tiene el hábito de ingerir una determinada medicina. Sin duda, lograremos los mejores resultados inquiriendo del paciente todo detalle fuera de lo ordinario en la enfermedad que le aqueja. Como regla general, se preguntará al enfermo si su apetito es bueno o malo y si suele tener mucha o poca sed, así como sus hábitos en cada uno de estos aspectos; pues es importantísimo conocer las costumbres de una persona, tanto como su natural predisposición. Es un hecho que la clase de alimento a que uno está acostumbrado se toma con más facilidad que otro, aunque éste parezca mejor. También importa saber cómo acostumbra el paciente a tomar sus comidas: en qué cantidad las ingiere y en qué forma las prepara. En suma: todas las cosas habituales son mejores, tanto para el hombre enfermo como para el sano.<br />Preguntando a una persona acerca de sus hábitos, puede uno también juzgar más acertadamente sobre su carácter; si es descuidada o no, y cuáles son sus actividades en general. Pues lo que es habitual en una persona sana, no se percibe claramente cuando está enferma, y el médico no puede descubrir por si mismo todos estos detalles, sin interrogar directamente al paciente o a quienes están a su lado.<br />Esto es lo que más me sorprende de Calímaco: él era el único de todos los médicos del pasado o al menos de aquellos que merecen nuestra atención que sostenía que es innecesario hacer ninguna pregunta sobre otras enfermedades o lesiones, particularmente en las de la cabeza. Afirmaba que en cada caso los signos físicos (semeia) bastan para indicar tanto la enfermedad como su causa, y que en ellos hemos de fundar toda la prognosis y un tratamiento más eficaz. Consideraba superfluo incluso preguntar las causas determinantes de una enfermedad, como por ejemplo la clase de vida y las ocupaciones del paciente, o si sentía cansancio o frío cuando cayó enfermo. Opinaba que al médico no le interesa saber nada de eso.<br />Creo yo, sin embargo, que aunque uno pueda por sí mismo darse cuenta de muchas cosas acerca de la enfermedad, mejor y de manera más segura lo hará preguntando al paciente, pues si el resultado de su interrogatorio concuerda con los síntomas observados, es más fácil conocer el estado del enfermo. Por ejemplo, supongamos que un paciente que sufre de indigestión nos dice que ha comido y bebido más de la cuenta, esta información nos ayuda a diagnosticar sin temor a error que el enfermo padece de indigestión, y sobre esta base cierta sabremos, además, qué tratamiento emplear. O si un paciente que se halla sin fuerzas dice que ha estado haciendo un trabajo muy duro, también es este dato una vía fácil para descubrir el mal que le aqueja, esto es, el agotamiento, permitiéndonos, además, emplear el tratamiento adecuado. No niego que en dichos casos los síntomas son reveladores para el diagnóstico; pero en lo que respecta a la duración del mal, diversas costumbres del paciente y su natural predisposición, el saberlo es, en la práctica, más importante que ninguna otra cosa, y ello sólo puede conocerse preguntando al paciente.<br />Además, el diagnóstico de las enfermedades es diferente según sean éstas de origen interno o externo, y es indudable que los males internos son más graves que los externos. Supongamos que el paciente está trémulo; el temblor producido por el frío o el miedo es menos grave que el originado por causas internas, O si delira, el delirio producido por el exceso de bebida o alguna droga tóxica se cura fácilmente; si otra causa lo produce, es más difícil de curar. Del mismo modo, en todos los casos encontraréis que el tratamiento también varía; si hay agotamiento, debido en un enfermo al exceso de ejercicio y en otro al exceso de comida, al primero le conviene descanso, sueño, masaje suave y baños calientes, en tanto que para el segundo es bueno el trabajo, el ejercicio y la depleción por varios medios. Esto demuestra cuán importante es para el médico preguntar detalladamente acerca de las causas de las enfermedades. Por consiguiente, aun cuando haya signos visibles, uno debe hacer preguntas. Por ejemplo, en un caso de lividez se preguntará si es debida a un golpe, o a la edad del paciente, o a la estación del año; pues de no deberse a ninguna de estas causas, la lividez es producida por la fiebre, y es un signo fatal. O si la lengua está seca, preguntamos al paciente si tiene sed o se ha purgado excesivamente; o si está negra, le preguntamos si ha comido algo negro; con lo que el médico sabe a qué atenerse. Del mismo modo, debe interrogarse acerca de las materias eliminadas durante la enfermedad: orina, heces, saliva; es de gran importancia conocer su cantidad, consistencia y color, así como saber qué alimentos las producen, su cantidad, calidad y frecuencia con que se toman.</span></div><div align="justify"><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-size:78%;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-size:78%;"><strong> Rufo de Efeso, Sobre la interrogación al paciente, Revista MD, 1969, Vol. VII, p. X5-X8.</strong></span></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-62724524267825605892008-01-29T13:50:00.000-06:002008-11-13T02:49:31.816-06:00CAYO PLINIO SEGUNDO (PLINIO EL VIEJO)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSHzqFCG-zuJMD8V2k3Iq0vTjD_im2ewou0LXqEv5_K2Anh4EAb1jaSo5-2IAkrEPNW1fHkLZPusjXdyzuihZsviRTePOQDC7RrRSnsPSe0Jw9q-MVex5Cpp-0yGJjf6e85Rfigf2GiNc4/s1600-h/Nueva+imagen+(2).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5160989025057052082" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSHzqFCG-zuJMD8V2k3Iq0vTjD_im2ewou0LXqEv5_K2Anh4EAb1jaSo5-2IAkrEPNW1fHkLZPusjXdyzuihZsviRTePOQDC7RrRSnsPSe0Jw9q-MVex5Cpp-0yGJjf6e85Rfigf2GiNc4/s400/Nueva+imagen+(2).png" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4CGp4QB-xm_7xrhhWHiQgrr1yHu1IH4ylHwft7XY8s7XUNCiS0GyU-O84EXtF1V_5FNmDRwuQiEW4pmX_XY_UVLvqrf2ZOX-WQGIv079AJbe4vcOwWyc-xT21WKXTItX06nHX0G3pXgKv/s1600-h/Nueva+imagen+(3).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5160989029352019394" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4CGp4QB-xm_7xrhhWHiQgrr1yHu1IH4ylHwft7XY8s7XUNCiS0GyU-O84EXtF1V_5FNmDRwuQiEW4pmX_XY_UVLvqrf2ZOX-WQGIv079AJbe4vcOwWyc-xT21WKXTItX06nHX0G3pXgKv/s400/Nueva+imagen+(3).png" border="0" /></a><br /><div></div><br /><p></p><p align="justify"><span style="font-family:lucida grande;"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#663366;"><strong>Cayo Plinio Segundo (Plinio el Viejo)<br /></strong><br />Tras estudiar en Roma, a los veintitrés años inició su carrera militar en Germania. Llegó a ser comandante de caballería antes de regresar a Roma en el año 57, para entregarse al estudio y el cultivo de las letras. Agudo observador, fue autor de algunos tratados de caballería, una historia de Roma y varias crónicas históricas, hoy perdidas. Se conserva prácticamente completa la Historia natural de Plinio Segundo, Es una inmensa enciclopedia que en sus XXXVII libros trata de geografía, etnografía, del hombre, de los animales, de los vegetales, de botánica y zoología médica, de los minerales, de las artes, y de las piedras preciosas. Se basó tanto en autores griegos y latinos anteriores, como en su experiencia personal. Escrita en un lenguaje claro y con un rico vocabulario, contiene gran cantidad de información sobre las más diversas disciplinas y constituye un importante tratado enciclopédico que recopila todo el saber de la Antigüedad. </span></span></span></p><p align="justify"><span style="font-family:lucida grande;font-size:130%;color:#663366;"></span></p><p align="justify"><span style="font-family:lucida grande;"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#663366;"><strong>Historia natural</strong> </span></span></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-family:lucida grande;font-size:130%;color:#663366;">[1]</span></a><br /><span style="font-family:lucida grande;font-size:130%;color:#663366;"><br /><br /><strong>III. Nacimientos excepcionales y monstruosos.</strong> El nacimiento de trillizos lo atestigua el caso de los Horacios y Curiacios; un número superior se considera portentoso o de mal agüero, excepto en Egipto, donde el beber agua del Nilo produce fecundidad. No ha mucho, el día de los funerales de Augusto, una plebeya llamada Fausta dio a luz en Ostia a dos varones y dos hembras, augurio indudable de la hambruna que sufrió Roma. También conocemos el caso de una mujer en el Peloponeso que por cuatro veces alumbró quintillizos, sobreviviendo la mayoría en cada parto. En Egipto, Trogo nos habla asimismo de casos de siete criaturas nacidas en un solo parto.<br />También nacen personas que reúnen en sí las características de ambos sexos a las que llamamos hermafroditas, que antiguamente se denominaban androgyni y eran consideradas como portentos; hoy, en cambio, se exhiben como espectáculo público. Pompeyo el Grande colocó entre las decoraciones de su teatro, imágenes de maravillosas personas, cuidadosamente ejecutadas por eminentes artistas; entre ellas figuraban Eutiquia -famosa por haber tenido 30 partos y a cuya muerte, ocurrida en Tralles, fue conducida a la pira fúnebre por veinte hijos- y Alcipa, que había parido un elefante, aunque es cierto que este último caso figura entre los portentos, pues uno de los primeros acontecimientos de la guerra mársica fue que una criada dio a luz a una serpiente, figurando también otros partos monstruosos entre los hechos ominosos que ocurrieron. Claudio César menciona el nacimiento de un hipocentauro en Tesalia, el cuál murió el mismo día; y durante su reinado nosotros vimos realmente uno que le fue traído desde Egipto, conservado en miel. Se cuenta el caso de un niño, en Sagunto, que apenas nació volvió a meterse en la matriz; este hecho sucedió el mismo año en que dicha ciudad fue destruida por Aníbal.<br /><br /><strong>IV. Cambio de sexo.</strong> La transformación de hembras en varones no es una mera patraña. Refieren los Anales que durante el consulado de Pulio Licinio Craso y Gayo Casio Longino, una muchacha, en Casino, se transformó en muchacho, y por orden de los augures fue enviada a una isla desierta. Licinio Luciano relata que él personalmente conoció en Argos a un hombre llamado Arescón, quien había sido antes mujer con el nombre de Arescusa y que había tenido marido; nacióle luego barba, así como atributos masculinos, y tomó esposa. También había conocido a un muchacho con una historia semejante en Esmirna. Yo mismo he visto en África a una mujer que se volvió varón el día de su boda con un hombre; después fue conocido como Lucio Consticio, ciudadano de Tisdritum.<br />Se dice que en un parto de gemelos ni la madre ni uno de los dos niños suele sobrevivir y que si son gemelos de distinto sexo, aún es mas raro que se salve alguno de ellos; que las hembras nacen con mayor rapidez que los varones, del mismo modo que envejecen antes; que el movimiento en la matriz es más frecuente en caso de varones, y que los varones suelen llevarse en el lado derecho y las hembras en el lado izquierdo.<br /><br /><strong>V. Reproducción Humana.</strong> Todos los animales tienen una estación fija tanto para la cópula como para el nacimiento de sus hijos, pero la reproducción humana tienen lugar a lo largo de todo el año, y el período de gestación varía, pudiendo en algún caso exceder de seis meses, en otro de siete, e incluso puede pasar de diez; una criatura nacida antes del séptimo mes es generalmente un aborto. Únicamente los concebidos el día antes o el día después de la luna llena, o cuando no hay luna, nacen en el sétimo mes. En Egipto es cosa corriente que nazcan niños aun en el octavo mes; y en Italia también lo es que estas criaturas vivan, contrariamente a las antiguas creencias. Pero estas cosas varían mucho. Vistilia, esposa de Glicio, y sucesivamente de Pomponio y de Orfito, ciudadanos del mas alto rango, dio a estos maridos cuatro hijos, en cada caso tras seis meses de embarazo; mas posteriormente dio a luz a Suilio Rufo a los diez meses de embarazo, y a Córbulo a los seis -ambos llegaron a ser cónsules-, y más tarde dio a luz a Cesonia, que fue esposa del emperador Gayo, tras siete meses de embarazo. Los niños nacidos fuera de término son más débiles de salud durante las primeras seis semanas, y las madres en los meses cuarto y octavo de embarazo; y los abortos en estos casos son fatales. Masurio afirma que Lucio Papirio, como pretor en una demanda por herencia presentada por un presunto heredero, falló a favor del demandado; alegaba el demandante que la madre del heredero afirmaba que este había nacido después de un embarazo de trece meses, basándose la sentencia en que al parecer no había un período fijo de preñez.<br /><br /><strong>VI. Embarazo.</strong> En el décimo de la concepción, los dolores de cabeza, mareos y visión borrosa, repugnancia por la comida y vómitos, son síntomas de la formación del embrión. Si la criatura es varón, la madre tiene mejor color y un parto más fácil; hay movimiento en la matriz el cuadragésimo día. En los casos del sexo contrario, todos los síntomas son los opuestos: la carga se hace pesada y hay una ligera hinchazón en las piernas e ingles pero el primer movimiento del feto se registra el nonagésimo día. Pero en ambos casos la mayor debilidad tiene lugar cuando al embrión empieza a salirle pelo; y también durante la luna llena, período especialmente desfavorable para los niños recién nacidos. La manera de andar y todo lo demás es tan importante durante el embarazo, que las madres toman alimentos demasiado salados tienen niños que carecen de uñas, y el no retener el alimento hace el parto mas difícil; ciertamente, el jadear durante el parto puede causar la muerte, del mismo modo que un estornudo inmediatamente después de la cópula provoca el aborto.<br /><br /><strong>VII. Aborto.</strong> ¡Da lástima e incluso vergüenza pensar en lo insignificante que es el origen del más orgulloso de los animales, cuando hasta el olor de una lámpara apagada produce con frecuencia el aborto! He ahí los orígenes de los tiranos y del orgullo que siembra la muerte. Tú, que confías en la fortaleza de tu cuerpo, que aceptas los valores de la fortuna y te consideras no ya su favorito, sino su hijo, ¡de qué modo tan despreciable pudiste ser aniquilado!</span></p><span style="font-family:lucida grande;font-size:130%;color:#663366;"><p align="justify"><br /></span></p><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-family:lucida grande;font-size:78%;">[1]</span></a><span style="font-family:lucida grande;font-size:78%;"> Cayo Plinio Secundo (Plinio el viejo), Historia Natural, Edición de 1582, Revista MD, 1969, Vol. VII, p. 127-132,</span> <p align="justify"><span style="font-size:78%;">FUENTE BIBLIOGRÁFICA: TEXTOS CLASICOS DE MEDICINA. TOMO I. CORTES, PÉREZ Y ROSALES. FACULTAD DE MEDICINA, BUAP. PUEBLA, PUE. MÉXICO 2007</span></p><p align="justify"></p>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-40581868325020227812008-01-29T12:17:00.000-06:002008-02-05T12:05:31.814-06:00IMAGENES DE LA MEDICINA ANTIGUA V<p align="center"><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='479' height='385' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dw5O1GSfRfNarUUETgKKex5Su0MoNl5VIEuyyo11SwPPuWjr8oaYAP8Xl7f3l1MHX9QIO4kLjYOpTHAAetxFg' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-45408613194388328482008-01-28T12:08:00.000-06:002008-11-13T02:49:32.188-06:00AULO CORNELIO CELSO<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYnrSvXi7NNPgGO4oFSBq-US9_FCm9g5FJJ__uQVROmW1yH6TXVjjV7Xpp83czCJrUXMHLomJP8xg40MMMJON01VhwjjDbpAqFvHfWMT5Ldz1iBDSXrbvz1VMYXhUyRIGVhbYJm8mPu25a/s1600-h/Nueva+imagen.png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5160591281020671378" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYnrSvXi7NNPgGO4oFSBq-US9_FCm9g5FJJ__uQVROmW1yH6TXVjjV7Xpp83czCJrUXMHLomJP8xg40MMMJON01VhwjjDbpAqFvHfWMT5Ldz1iBDSXrbvz1VMYXhUyRIGVhbYJm8mPu25a/s400/Nueva+imagen.png" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYBFirZX9Mz2Ng57HZZHveXp2jpFnlKxxZvdzk0KcFa-gFvCu1SdZfGQ9aXMwVbit5CXtOmtAOag6fcSFgu41rcednwj14nx_A6FawHLPedTFAr_0owl4xBL2I2zvfBjEq1nCPO3AK7jpW/s1600-h/Nueva+imagen+(1).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5160591298200540578" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYBFirZX9Mz2Ng57HZZHveXp2jpFnlKxxZvdzk0KcFa-gFvCu1SdZfGQ9aXMwVbit5CXtOmtAOag6fcSFgu41rcednwj14nx_A6FawHLPedTFAr_0owl4xBL2I2zvfBjEq1nCPO3AK7jpW/s400/Nueva+imagen+(1).png" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#006600;"><strong>Aulo Cornelio Celso</strong><br /><br />Aulo Cornelio Celso perteneció a la destacada familia romana de Los Cornelios. Patricio educado, reflexivo y humanitario. Su pasión enciclopedista lo llevó a escribir su obra De Artibus. Su monumental obra se perdió: casualmente la Re Medica fue encontrada por el papa Nicolás V alrededor de 1450 y fue la primera obra médica multiplicada por la naciente imprenta en 1478, llegó a ser popular entre los médicos a comienzos de la edad moderna. Re Medica recopila el conocimiento y práctica de la Medicina a comienzos del Imperio Romano. Su principal mérito, que todavía persiste, es haber traducido el léxico de la medicina helenística al latín. El orden de la obra incluye el Proemio, o Introducción y los capítulos sobre Dietética, Farmacéutica y Cirugía. Celso en su obra enuncia los cuatro signos clásicos de la inflamación: rubor, dolor, calor y tumor. Describió por primera vez las ligaduras. En las fracturas sugirió la utilización de férulas con vendajes de materiales semirrígidos como la cera y la pasta de harina. También describió instrumentos quirúrgicos. Su obra fue desconocida hasta finales del siglo XIV.<br /><br /><br /><strong>Tratado de medicina </strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#006600;"><strong>[1]</strong></span></a><br /><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#006600;"><br /><br />I.- Clasificación general de las enfermedades. Habiendo ya considerado todo lo referente a las enfermedades en general, paso a tratar de la curación de cada una de ellas. Ahora bien, los griegos las dividen en dos clases; agudas y crónicas. Y no siendo sus procesos siempre iguales, algunos clasificaron entre las agudas, las mismas enfermedades que otros incluyeron entre las crónicas; de donde se deduce claramente que hay más de dos clases: algunas son breves y agudas, y acaban con una persona en poco tiempo, o pasan pronto; otras son prolongadas y dilatan la recuperación o muerte del enfermo. Una tercera clase comprende aquellas que a veces son agudas y a veces crónicas, a la cual pertenecen no sólo las fiebres sino también otras enfermedades. Y además de éstas, hay una cuarta clase que no pueden llamarse agudas, porque no son mortales ni crónicas, sino de fácil curación cuando se administran los remedios apropiados. Al tratar de cada una de ellas puntualizaré a qué clase pertenecen.<br />Por el momento las dividiré a todas en dos grupos: las que afectan a todo el cuerpo y las que se presentan en regiones u órganos determinados. Tras unas cuantas observaciones generales sobre todas ellas, empezaré con las primeras. Pero antes debo afirmar que no hay enfermedad en la cual la fortuna pueda aspirar a tener más poder que el arte, ni el arte que la naturaleza: pero un médico tiene mayor excusa si no tiene éxito en las enfermedades agudas que en las crónicas. La razón es que en aquellas el médico dispone de un breve lapso, y si los remedios no tienen éxito, el paciente muere. En el segundo caso, hay tiempo suficiente, tanto para deliberar como para cambiar el tratamiento; por eso, si un médico ha sido llamado desde el principio, rara vez muere un enfermo obediente. No obstante, una enfermedad crónica, cuando está firmemente arraigada, es tan difícil de curar como una aguda. Y en verdad, cuanto más antigua es una enfermedad aguda, tanto más fácil es curarla; lo contrario ocurre con una crónica; es más fácil de curar cuanto más reciente es.<br />Hay otra cosa que no debemos ignorar: que los mismos remedios no van bien a todos los pacientes. De ahí que grandes autores ensalcen un remedio y otros no, con su experiencia. Lo procedente, por tanto, cuando el paciente no responde a un tratamiento, es atender menos al autor que al paciente, y probar un remedio tras otro. Teniendo en cuenta, sin embargo, que en las enfermedades agudas lo que no alivia debe cambiarse inmediatamente, en las crónicas, en las que el tiempo influye, no hay que apresurarse a condenar el remedio que no haya dado resultados inmediatos, ni mucho menos debe interrumpirse el tratamiento que haya producido un pequeño alivio, porque sus buenos efectos son obra del tiempo.<br />II.- Diagnósticos generales de enfermedades agudas y crónicas, y diferencia de régimen en cada una. Es fácil saber desde el principio si una enfermedad es aguda o crónica: no solo en las que presentan siempre los mismos síntomas, sino también en las que varían. Cuando se registran paroxismos acompañados de súbitos e intensos dolores, la enfermedad es aguda. Cuando hay poco dolor o la fiebre sube, o los intervalos entre los ataques son prolongados, y se presentan los síntomas que se han explicado en e libro anterior, es indudable que la enfermedad es crónica.<br />También es preciso observar si los trastornos aumentan, se estacionan o ceden, por que algunos remedios son más propios para las enfermedades que se agravan que para las que ya declinan. Y en las primeras es preferible administrar los remedios durante las remisiones. Ahora bien, una enfermedad se agrava cuando los dolores y paroxismos aumentan, cuando los paroxismos se repiten tas breves intervalos volviéndose cada vez más intensos. E incluso en las enfermedades crónicas, que no presentan tales síntomas, podremos saber cuándo empeoran observando la aparición de los siguientes síntomas: sueño intranquilo, frecuentes indigestiones, heces fétidas, torpeza en los sentidos, comprensión más difícil y palidez. Los síntomas contrarios indican mejoría.<br />Además, en las enfermedades agudas no debe darse alimento al paciente antes de que el mal empiece a ceder; pues el ayuno, disminuyendo la materia, puede quebrantar su violencia; en las enfermedades crónicas es menester hacerlo para que el enfermo pueda soportar la duración del mal. Más si la enfermedad no se halla generalizada en todo el cuerpo, sino en una parte u órgano determinado, es indispensable sostener las fuerzas de todo el cuerpo, ya que esas fuerzas contribuyen a curar las partes enfermas. También hay que considerar si una persona ha recibido un tratamiento adecuado o equivocado desde el principio, ya que, en el segundo caso, si el enfermo aun conserva sus fuerzas naturales, pronto se recuperará con el tratamiento adecuado. Pero ya que empecé con los síntomas indicadores de la proximidad de una dolencia, hablaré de los métodos terapéuticos a emplearse desde el principio. En efecto, lo primero es descanso y abstinencia; si se debe algo, debe ser agua, y a veces esto debe bastar durante un día; a veces durante dos, si continúa los síntomas alarmantes; e inmediatamente después del ayuno se debe tomar un ligero alimento y beber agua; al día siguiente, vino; después, un día agua y otro vino, alternando, hasta que desaparezca toda causa de temor. De este modo se evita a menudo una enfermedad peligrosa. Se engañan los que creen que al cabo de un día puede desaparecer la lasitud, con ejercicio, baños, una purga suave, eméticos, diaforéticos o simplemente vino. No es que en ocasiones no ocurra, mas no suele suceder así; y solo la abstinencia puede curar sin riesgo alguno. Especialmente, esto puede regularse según el estado del enfermo: si los síntomas son leves, bastará con abstenerse del vino, una disminución del cual ayuda más que la de la comida. Si los síntomas son algo más peligrosos, no solo basta beber agua (como en el primer caso), sino que debe prohibirse la carne, siendo a veces necesario reducir la ración diaria de pan y limitarse a tomar alimentos de alto contenido acuoso, como las verduras. Y puede ser suficiente abstenerse por completo de alimento, vino y todo movimiento, cuando síntomas violentos dan la alarma. Y raro será que se enferme el que siga estos preceptos para combatir la enfermedad a su debido tiempo. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#006600;"></span></div><div align="justify"><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-family:georgia;font-size:78%;color:#006600;">[1]</span></a><span style="font-family:georgia;font-size:78%;color:#006600;"> Aurelius Cornelius Celsus, Traité de Médecine, Traduction nouvelle par A. Védrènes, Libre III, Paris, G. Masson Éditeur, 1876, p. 136-148.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:78%;color:#006600;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:78%;color:#006600;">FUENTE BIBLIOGRÁFICA; TEXTOS CLÁSICOS DE MEDICINA TOMO I. ´CORTES, PÉREZ Y ROSALES. FACULTAD DE MEDICINA DE LA BUAP. PUEBLA, PUE. MÉXICO 2007</span></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-63402788635601646792008-01-28T11:28:00.000-06:002008-02-05T12:02:23.341-06:00IMAGENES DE LA MEDICINA ANTIGUA IV<p align="center"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='497' height='392' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dw1GsDQlCQSlJbxQaNgUMJsEMDb9KHmk5PLw9JguIwEdcUchzMkHZDrUukUVJAcmKsPBlYS7VHexjiStodvsw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-22979857761582912552008-01-24T20:35:00.000-06:002008-11-13T02:49:32.547-06:00PEDANIO DIOSCÓRIDES<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNbo1i9bLPcPqtF2zmiThXCjjay1FHytc18dtRF8XOjSIi0mKZDl1h6WpUd1G1R9BGeV03LUF5S8qlzucq2XjOuFDphc_6nilDh3FbnFUAJCKNs1aGp3Id6Y1p1qwA7s63Ik3tbi3n7xx4/s1600-h/Nueva+imagen+(1).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5159238978189680770" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNbo1i9bLPcPqtF2zmiThXCjjay1FHytc18dtRF8XOjSIi0mKZDl1h6WpUd1G1R9BGeV03LUF5S8qlzucq2XjOuFDphc_6nilDh3FbnFUAJCKNs1aGp3Id6Y1p1qwA7s63Ik3tbi3n7xx4/s400/Nueva+imagen+(1).png" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3kkRELL3xVdlqN0rOPw_HYZ406MXcpLNC12-vymCEEHbwj9itesycN7wfc3cvrDO02U8KY8VQUtRbUa-xuey_l0aGnKWZaoHuy8pWTpdqiZWQwDYlokMQIlFPF9hRskPe3yt4nZzKvE-e/s1600-h/Nueva+imagen.png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5159238982484648082" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3kkRELL3xVdlqN0rOPw_HYZ406MXcpLNC12-vymCEEHbwj9itesycN7wfc3cvrDO02U8KY8VQUtRbUa-xuey_l0aGnKWZaoHuy8pWTpdqiZWQwDYlokMQIlFPF9hRskPe3yt4nZzKvE-e/s400/Nueva+imagen.png" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#333399;"><strong>Pedanio Doiscórides Anazarbeo<br /></strong>Dioscórides nació en Anazarbo (Cilicia) en fecha desconocida, se calcula vivió entre los años 40 y 90 d. C. Las menciones a sus contemporáneos en su gran obra y el hecho de que Galeno (S. II d.C.) haya mencionado su obra en sus escritos, permiten deducir que produjo su obra bajo el mando de Nerón (entre el 54 y 68 d.C.). Fue médico de la armada romana en tiempos de Claudio y Nerón. Estas circunstancias le dieron la oportunidad de viajar y conocer muchas provincias del Imperio Romano y de reunir sus propias observaciones que le permitieron escribir su Materia médica, que es quizás la obra médica más veces reeditada y traducida de la historia. Las obras de Dioscórides, recogidas originalmente en cinco volúmenes, conocieron no menos de siete traducciones y constituyeron el manual básico de uso de la farmacología hasta finales del siglo XV.</span></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#333399;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#333399;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#333399;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#333399;"><strong>De materia médica </strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-size:130%;color:#333399;"><strong>[1]</strong></span></a><br /><span style="font-size:130%;color:#333399;">En los libros anteriores a éste, queridísimo Ario, hemos tratado acerca de los aromas, de los aceites, de los perfumes, de los árboles y de los frutos y de las lágrimas que producen, también de los animales, de los cereales, de las hortalizas y de las hierbas que poseen agudeza. En este libro tercero presente trataremos de las raíces, de los zumos, de las hierbas y de las semillas, tanto de las de naturaleza medicinal como de las afines.<br /><br /><strong>El ruibarbo.</strong><br />El ruibarbo: unos lo llaman rhêon. Nace en las regiones sobre el Bósforo, de donde se trae. Su raíz es negra, semejante a la centaurea mayor, aunque es más pequeña y más roja, inodora, esponjosa, algo ligera. El mejor ruibarbo es el no comido por los gusanos y pegajoso al gusto con floja estipticidad;</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn2" name="_ftnref2"><span style="font-size:130%;color:#333399;">[2]</span></a><span style="font-size:130%;color:#333399;"> mascado, se vuelve amarillento y un tanto azafranado en color.<br />Bebido es eficaz contra flatulencias de estómago, atonía, cualquier tipo de dolor, espasmos, roturas internas, para los que padecen del hígado, del riñón, contra retortijones de tripas y afecciones de la vejiga y del tórax, contra tensiones de los hipocondrios y padecimientos de la matriz, contra la ciática, expectoración de sangre, asmas, hipos, disenterías, indisposiciones celíacas, fiebres periódicas, mordeduras de fieras venenosas.<br />Suministrarás de él, para cada padecimiento, igualmente que en el agárico, con el mismo peso y líquidos.</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn3" name="_ftnref3"><span style="font-size:130%;color:#333399;">[3]</span></a><span style="font-size:130%;color:#333399;"> Aplicado como ungüento con vinagre, elimina también las livideces y empeines.</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn4" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn4" name="_ftnref4"><span style="font-size:130%;color:#333399;">[4]</span></a><span style="font-size:130%;color:#333399;"> Y en forma de cataplasma, con agua, resuelve toda inflamación antigua. Su facultad más alta es estíptica con un tanto de calor.<br /><br /><strong>La genciana.<br /></strong>La genciana parece que fue encontrada por primera vez por Gentis, rey de los ilirios, de quien recibe su denominación. Sus hojas están junto a la raíz, semejantes a las de nogal o de llantén, rojizas. Otras, a mitad del tallo y, principalmente, las de la cumbre son un poco hendidas. Su tallo es hueco, liso, del grosor de un dedo, de dos codos de altura, dividido en nudos, a grandes trechos rodeado de hojas. Tiene una semilla ancha en el cáliz, ligera, pajosa, parecida a la de la branca ursina. Su raíz es larga, semejante a la aristoloquia mayor,</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn5" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn5" name="_ftnref5"><span style="font-size:130%;color:#333399;">[5]</span></a><span style="font-size:130%;color:#333399;"> gruesa, amarga. Nace en las cumbres muy altas y en lugares sombríos y acuosos.<br />Su raíz tiene virtud calorífica, estíptica. Bebida la cantidad de dos dracmas,</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn6" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn6" name="_ftnref6"><span style="font-size:130%;color:#333399;">[6]</span></a><span style="font-size:130%;color:#333399;"> con pimienta, ruda y vino, socorre a los mordidos por fieras venenosas. También contra los dolores de costado, prolapsos, luxaciones, roturas internas, si se bebe aproximadamente una dracma de su zumo. Bebida con agua, es útil también para los enfermos de hígado y de estómago. La raíz, aplicada en pesario,</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn7" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn7" name="_ftnref7"><span style="font-size:130%;color:#333399;">[7]</span></a><span style="font-size:130%;color:#333399;"> expele los fetos. Si se aplica como el licio, es propia para las heridas, es remedios de las llagas corruptivas –lo es principalmente el zumo-. Es ungüento de inflamaciones de ojos. Se mezcla también su zumo, en lugar de meconio, en los colirios agudos. Su raíz es también detersiva</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn8" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn8" name="_ftnref8"><span style="font-size:130%;color:#333399;">[8]</span></a><span style="font-size:130%;color:#333399;"> de albarazos.</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn9" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn9" name="_ftnref9"><span style="font-size:130%;color:#333399;">[9]</span></a><br /><span style="font-size:130%;color:#333399;">Se extrae el zumo, una vez majada</span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn10" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn10" name="_ftnref10"><span style="font-size:130%;color:#333399;">[10]</span></a><span style="font-size:130%;color:#333399;"> y remojada en agua durante cinco días. Luego de cuece en agua, hasta que las raíces sobrenaden. Y después de enfriar, se cual el agua por un cedazo de lienzo y se cuece, hasta que se vuelva semejante a la miel en su consistencia, y se guarda en un recipiente de barro.</span></div><div align="justify"><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><strong><span style="font-size:78%;">[1]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> Pedanio Dioscórides Anazarbeo, De Materia Médica, Libro III, Traducción y notas de Manuela García Valdéz, España, Editorial Gredos, 2002, p. 7,9-11, 45-48,<br /></span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref2" name="_ftn2"><strong><span style="font-size:78%;">[2]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> Estreñimiento de vientre.<br /></span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn3" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref3" name="_ftn3"><strong><span style="font-size:78%;">[3]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> Tomar el peso de tres óbolos con agua. Un óbolo es igual a medio escrúpulo o doce granos.<br /></span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn4" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref4" name="_ftn4"><strong><span style="font-size:78%;">[4]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> Enfermedad de la piel, que se pone áspera, causando comezón, similar de impétigo.<br /></span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn5" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref5" name="_ftn5"><strong><span style="font-size:78%;">[5]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> El término aristolochia es un compuesto del adjetivo áristos, “el mejor”, y el sustantivo locheía, “parto”; significa “la mejor en los partos”.<br /></span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn6" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref6" name="_ftn6"><strong><span style="font-size:78%;">[6]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> Octava parte de una onza, que contiene tres escrúpulos, o dos adarmes, o setenta y dos granos.<br /></span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn7" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref7" name="_ftn7"><strong><span style="font-size:78%;">[7]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> Cualquier compuesto o aparato que se introduce en el útero.<br /></span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn8" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref8" name="_ftn8"><strong><span style="font-size:78%;">[8]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> Acción y efecto de limpiar.<br /></span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn9" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref9" name="_ftn9"><strong><span style="font-size:78%;">[9]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> Enfermedad, especie de empeines, postillas o manchas blancas, ásperas y escamosas, que salen en el cutis o piel.<br /></span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn10" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref10" name="_ftn10"><strong><span style="font-size:78%;">[10]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;"> Acción de machacar.</span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:78%;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:78%;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:85%;">FUENTE BIBLOGRAFÍCA: TEXTOX CLÁSICOS DE MEDICINA TOMO I. CORTES, PÉREZ, ROSALES. FACULTAD DE MEDICINA DE LA BUAP. PUEBLA. MÉXICO 2007</span></strong></div><div></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-90533290188427357672008-01-23T12:57:00.000-06:002008-11-13T02:49:33.193-06:00GRECIA: HIPOCRATES DE COS<div align="justify"><span style="font-family:georgia;"></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNsY-DoNzANmT9PrOIr5vMVUDZmJZ0-l1CzZXE-fohZKXwzKeBmXBU4eg9SLXyBeM_FbKrFTT_g2WEXOSQeWphFWUwdkW48oLZGR_057lL88zt0kvZirfWAcEUdkxKrEPimG2lBw9iGBkD/s1600-h/Nueva+imagen+(4).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5158749210184015970" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNsY-DoNzANmT9PrOIr5vMVUDZmJZ0-l1CzZXE-fohZKXwzKeBmXBU4eg9SLXyBeM_FbKrFTT_g2WEXOSQeWphFWUwdkW48oLZGR_057lL88zt0kvZirfWAcEUdkxKrEPimG2lBw9iGBkD/s400/Nueva+imagen+(4).png" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiECB9LGUZib-tpKTGtWl5c8JWtgq5eizp7pt572hFCWx-hcN9md03vtwyEzbb_u2fdGLyXdCKp1RlmXeXkpRCjR1sYguQP2e7BMhFXicbA_ecSL8UxyAQX1Ax374rrzMZYQHtvxqPza-Cj/s1600-h/Nueva+imagen+(5).png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5158749218773950578" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiECB9LGUZib-tpKTGtWl5c8JWtgq5eizp7pt572hFCWx-hcN9md03vtwyEzbb_u2fdGLyXdCKp1RlmXeXkpRCjR1sYguQP2e7BMhFXicbA_ecSL8UxyAQX1Ax374rrzMZYQHtvxqPza-Cj/s400/Nueva+imagen+(5).png" border="0" /></a><span style="color:#993300;"> </span><span style="font-size:130%;"><span style="color:#993300;"><strong>Hipócrates de Cos<br /></strong><br />Hipócrates nació en 460 a.C. en la isla de Cos (mar Egeo), y murió en el año 377 a.C. en Larisa (Tesalia). Fue un médico griego, llamado desde la Edad Media el Padre de la Medicina. Figura de gran relieve histórico que ya en época griega adquirió carácter mítico. Pertenecía a una familia de médicos-sacerdotes de Asclepio. Viajó por toda Grecia y probablemente por el Próximo Oriente, siendo considerado durante su vida como un gran clínico. Su figura ha sido venerada durante siglos como personificación del médico ideal y como el fundador de la medicina. Su concepción de la medicina, basada en la experiencia y en la observación, nos es conocida por los Aforismos y los tratados que se le atribuyen del célebre Corpus hippocraticum, conjunto de teorías médicas de la época compiladas por la escuela médica de Cos. Se basan en la teoría de los cuatro humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) y en la fuerza curativa de la Naturaleza. </span></span></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:130%;color:#993300;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:130%;color:#993300;">Aforismos </span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><strong><span style="font-size:130%;color:#993300;">[1]</span></strong></a> <span style="font-size:130%;color:#993300;"><br />1. Corta es la vida, el camino largo, la ocasión fugaz, falaces las experiencias, el juicio difícil. No basta, además, que el médico se muestre tal en tiempo oportuno, sino que es menester que el enfermo y cuantos lo rodean coadyuven a su obra.<br />2. La Medicina es el arte de curar las enfermedades por sus contrarios. El arte de curar, el de seguir el camino por el cual cura espontáneamente la Naturaleza.<br />3. En las disenterías y vómitos espontáneos, si se evacua lo que debe ser expelido, todos estos trastornos podrán ser útiles y poco molestos; pero, si esto no ocurre, serán dañosos. De igual manera, la evacuación de los vasos es útil cuando se practica en términos convenientes, pues, y es muy conveniente tener en cuenta el país, la estación, el tiempo y la naturaleza de las enfermedades, en que pueden convenir o no estas evacuaciones.<br />4. La robustez extremada es dañosa a quienes hacen ejercicios violentos, como los atletas; pues no pudiendo mejorar ni permanecer estacionarios, es muy fácil que se altere en su perjuicio. Así es conveniente que se disminuya gradualmente el vigor excesivo, para que el cuerpo comience una nutrición nueva. No obstante, precisa no evacuar con exceso; la atenuación debe estar en proporción a la naturaleza y fuerzas del enfermo, pues la excesiva replexión es tan perjudicial como la evacuación extrema.<br />5. La dieta rigurosa es peligrosa siempre en las enfermedades crónicas y aun cuando está contraindicada en las agudas. Es difícil de soportar un régimen de sobrada tenacidad, como lo es una replexión excesiva.<br /></div></span><div align="justify"></div><div align="justify"><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;">[1]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;"> E. Littré, Oeuvres Complètes D’Hippocrate, Tome quatriéme, Aphorismes premiére et deuxiéme section, a Paris, chez J.B. Baillière, 1844, p. 458-485.</span></strong></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:130%;color:#993300;">Sobre la medicina antigua </span></strong><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><strong><span style="font-size:130%;color:#993300;">[1]</span></strong></a> </div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;">Cuantos se han puesto a la tarea de hablar o escribir acerca de la medicina, tomando como base su de teoría un supuesto, lo caliente o lo frió o lo húmedo, o lo seco o cualquier otra cosa que les plazca, reducen el principio de la causa1 de las enfermedades y de la muerte y de la muerte de los hombres a una o dos cosas que han dado por supuestas, y asignan la misma causa en todos los casos. Así por un lado es evidente que están equivocados en muchas cosas inclusive las que afirman. Pero sobre todo merecen ser censurados porque lo que abordan es un arte que tiene realidad y del cual se sirven todos en las ocasiones más importantes, y confieren los principales honores a los buenos artesanos y profesionales. Ahora bien, hay artesanos de poca valía y otros muy sobresalientes; y esto no seria así si la medicina no fuera real y si en ella no se hubiera observado nada ni descubierto nada. Si ese fuera el caso, todos serian similarmente inexpertos e ignorantes respecto de ella, y todo lo concerniente de los enfermos quedaría a merced del azar. Pero no es este el caso, sino que, así como en todas las demás artes los artesanos difieren mucho entre si en cuanto a habilidad manual y a inteligencia, del mismo modo sucede en la medicina. Por eso nunca he concebido que la medicina tuviera necesidad de un supuesto inventado, tal como lo requieren las cosas invisibles y enigmáticas. En efecto, cuando se intenta hablar de estas -por ejemplo, de las cosas que están en lo alto o de las que hay bajo tierra-, es forzoso recurrir a un supuesto. Si alguien hablara discerniendo como son no seria claro, ni para el que habla ni para sus oyentes, si lo que dice es verdadero o no, pues no puede ser referido a nada que asegure un saber con certeza.<br />En cuanto a la medicina desde hace mucho cuenta con todo una ves descubiertos su principio y su vía, con los cuales muchos descubrimientos relevantes han sido hechos durante mucho tiempo y serán hechos los que restan, con tal de que quien investigue sea capaz, conocedor de lo que ha sido descubierto, y que parta esto. Pero aquel que, tras dejar de lado todo esto rechazándolo, intente indagar por otra vía y de otra forma y diga que ha descubierto algo, engaña y se engaña; pues es imposible que haya descubierto algo. Porque motivo es necesariamente imposible, tratare de mostrarlo al explicar –en lo que digo-, que es el arte de la medicina. De ello resultara evidente que es imposible que sea descubierto algo de cualquier otro modo.<br /></div></span><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"></span></div><div align="justify"><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;">[1]</span></strong></a><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;"> Hipócrates, Sobre la medicina antigua, Traducción al español de María Dolores Lara Nava, España, Editorial Planeta-DeAgostini, 1995, p. 37-69.</span></strong></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong>Epidemias </strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong>[1]</strong></span></a> <span style="font-size:130%;color:#993300;"><br />1. A la hija doncella de Euryanacto la acometió una calentura fortísima, y en toda ella no tuvo sed, ni apetito ninguno a la comida. Por el vientre echó un poco de humor, y las orinas fueron tenues, en poca cantidad y de buen color. Al comenzar la fiebre sintió un dolor en el perineo. El día sexto estuvo sin calenturas no sudó, hizo crisis, y en el tumor del perineo se hizo materia y al tiempo de la crisis se abrió. El séptimo día, después de la terminación, tuvo frío, con temblor de todo el cuerpo, entróle un poco de calor, y sudó. En el octavo, después de la crisis, tuvo un poco de frío con temblor, y después se le enfriaron los extremos de modo que ya más no volvieron en calor. El día décimo, después que tuvo un sudor, le vino algo de delirio, mas de allí a poco volvió en sí. Díjose que padeció la enferma todos estos males por comer una uva. El día duodécimo pasó sin calentura, pero volvió después a delirar. Turbósele el vientre, y echaba humores coléricos en poca cantidad y sin mezcla de otros, delgados y picantes, y se levantaba a menudo a arrojarlos. El día que hacía siete, después del delirio último que tuvo, murió. Esa mujer, desde el principio de la enfermedad, tuvo dolor en las fauces y rubicundez continúa en ellas y retraimiento en la campanilla, junto con esto mucha destilación de humores en poca cantidad, delgados y picantes: tenía también tos, y no arrancaba nada cocido. Toda la enfermedad tuvo, una suma inapetencia y aversión a todas suertes de comidas, no tuvo sed, ni bebió cosa memorable, hablaba poco, estaba silenciosa y el ánimo le tenía en perpetua desconfianza y desesperación. Hallábase en esta enferma una natural y congénita disposición a la tisiquez.<br /></div></span><div align="justify"><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-size:78%;color:#993300;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-size:78%;color:#993300;"><strong> E. Littré, Oeuvres Complètes D’Hippocrate, Tome second, Epidémies premier livre, a Paris, chez J.B. Baillière, 1840, p. 598-717.</strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong>Sobre el médico </strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong>[1]</strong></span></a> <span style="font-size:130%;color:#993300;"><br />1. La prestancia del médico reside en que tenga buen color y sea robusto en su apariencia, de acuerdo a su complexión natural. Pues la mayoría de la gente opina que quienes no tienen su cuerpo en buenas condiciones no se cuidan bien de los ajenos. En segundo lugar, que preste un aspecto aseado, con un atuendo respetable, y perfumado con ungüento de buen aroma, que no ofrezca un olor sospechoso en ningún sentido. Porque todo esto resulta ser agradable a los pacientes.<br />En cuanto a su espíritu, el inteligente debe observar estos consejos: no solo el ser callado, sino, además, muy ordenado en su vivir, pues eso tiene magníficos efectos en su reputación, y el que su carácter sea el de una persona de bien, mostrándose serio y afectuoso con todos. Pues el ser precipitado y efusivo suscita menosprecio, aunque pueda ser muy útil.<br />Que haga su examen con cierto aire de superioridad. Pues esto, cuando se presenta en raras ocasiones ante unas mismas personas, es apreciado.<br />En cuanto a su porte, muéstrese preocupado en su rostro, pero sin amargura. Porque, de lo contrario, parecerá soberbio e inhumano; y el que es propenso a la risa y demasiado alegre es considerado grosero. Y esto debe evitarse al máximo. Sea justo en cualquier trato, ya que la justicia le será de gran ayuda. Pues las relaciones entre el médico y sus pacientes no son algo de poca monta. Puesto que ellos mismos se ponen en las manos de los médicos, y a cualquier hora frecuentan a mujeres, muchachas jóvenes, y pasan junto a objetos de muchísimo valor. Por lo tanto, han de conservar su control ante todo eso. Así debe, pues, estar dispuesto el médico en alma y cuerpo.<br /></div></span><div align="justify"><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-size:78%;color:#993300;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-size:78%;color:#993300;"><strong> José Gaspar Rodolfo Cortés Riveroll, Domingo Pérez González y Salvador Rosales de Gante, Lectio et disputatio, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2003, p. 34-39.</strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong></strong></span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong>Juramento Hipocrático </strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-size:130%;color:#993300;"><strong>[1]</strong></span></a> <span style="font-size:130%;color:#993300;"><br />Juro por Apolo médico y por </span><a href="http://www.blogger.com/asclep.htm"><span style="font-size:130%;color:#993300;">Asclepio</span></a><span style="font-size:130%;color:#993300;"> y por Hygiea y por Panacea y todos los dioses y diosas, poniéndolos por testigos, dar cumplimiento en la medida de mis fuerzas y de acuerdo con mi criterio a este juramento y compromiso:<br />Tener al que me enseñó este arte en igual estima que a mis progenitores, compartir con él mi hacienda y tomar a mi cargo sus necesidades si le hiciere falta; considerar a sus hijos como hermanos míos y enseñarles este arte, si es que tuvieran necesidad de aprenderlo, de forma gratuita y sin contrato; hacerme caso de la preceptiva, la instrucción oral y todas las demás enseñanzas de mis hijos, de los de mi maestro y de los discípulos que hayan suscrito el compromiso y estén sometidos por juramento a la ley médica, pero a nadie más.<br />Haré uso del régimen dietético para ayuda del enfermo, según mi capacidad y recto entender: del daño y la injusticia le preservaré.<br />No daré a nadie, aunque me lo pida, ningún fármaco letal, ni haré semejante sugerencia. Igualmente tampoco proporcionaré a mujer alguna un pesario abortivo. En pureza y santidad mantendré mi vida y mi arte.<br />No haré uso del bisturí ni aún con los que sufren del mal de la piedra: dejaré esa práctica a los que la realizan.<br />A cualquier casa que entrare acudiré para asistencia del enfermo, fuera de todo agravio intencionado o corrupción, en especial de prácticas sexuales con las personas, ya sean hombres o mujeres, esclavos o libres.<br />Lo que en el tratamiento, o incluso fuera de él, viere u oyere en relación con la vida de los hombres, aquello que jamás deba trascender, lo callaré teniéndolo por secreto.<br />En consecuencia séame dado, si a este juramento fuere fiel y no lo quebrantare, el gozar de mi vida y de mi arte, siempre celebrado entre todos los hombres. Mas si lo transgredí y cometo perjurio, sea de esto lo contrario.<br /></div></span><div align="justify"><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-size:78%;color:#993300;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-size:78%;color:#993300;"><strong> Hipócrates de Cos, Corpus Hippocraticum, España, Editorial Gredos, 2000, p. 3-4.</strong></span></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;"></span></strong></div><div align="justify"><strong><span style="font-size:78%;color:#993300;">FUENTE BIBLIOGRÁFICA DE TODOS LOS TEXTOS: TEXTOS CLÁSICOS DE LA MEDICINA. TOMO I. CORTÉS, PÉREZ, ROSALES. FACULTAD DE MEDICINA DE LA BUAP. PUEBLA, PUE, MÉXICO 2007.</span></strong></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-55403480418502519392008-01-22T09:49:00.001-06:002008-11-13T02:49:33.355-06:00HUANG - TI, NEI CHING SUE WEN<p align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcWy7JSzDBmbC9tvb_OocRWCDDH9Omep6yka1OvD9y5FfWjJwyvdCYB_51-PRE2VyX9oDLyXPPERR1FZreb-P2ojNOtbL6N5HFBufvymWClN9p-xDgjO_K-BSzX1408LNz4w3EHoshiFqs/s1600-h/Nueva+imagen+(2).png"><span style="color:#000066;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5158330272242174354" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 353px; CURSOR: hand; HEIGHT: 371px; TEXT-ALIGN: center" height="354" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcWy7JSzDBmbC9tvb_OocRWCDDH9Omep6yka1OvD9y5FfWjJwyvdCYB_51-PRE2VyX9oDLyXPPERR1FZreb-P2ojNOtbL6N5HFBufvymWClN9p-xDgjO_K-BSzX1408LNz4w3EHoshiFqs/s320/Nueva+imagen+(2).png" width="333" border="0" /></span></a></p><span style="color:#000066;"><br /></span><br /><span style="color:#000066;"></span><br /><p align="left"><span style="color:#000066;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5158328756118718850" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 354px; CURSOR: hand; HEIGHT: 433px; TEXT-ALIGN: center" height="389" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFGOn0wGoFYlq1GWNZbhOS_zUB_1Zk8eehXw-dDKc3VMnolir-NHnif_A-XeGB5iPAFn_leMnQQWETAkyKyX7m5IAFGw18EaW9jpx9jQW-dTU3soecE5kKbai94IoasD7bTPmW9q7fYKlT/s320/Nueva+imagen+(1).png" width="324" border="0" /></span></p><span style="color:#000066;"><br /></span><br /><div align="left"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#000066;"><strong>Huang-ti.</strong><br /><br />A Huang-ti (2697-2597 a. de C.) tercer emperador de china, el “emperador amarillo” se atribuye no sólo la invención del calendario y la introducción de la historia, sino también el Nei Ching Su Wen, considerado como el más antiguo texto clásico sobre Historia de la Medicina.<br />La obra se desarrolla a manera de diálogo entre el emperador y su ministro Chi Po, quienes tratan de dilucidar cuestiones vitales relacionadas con la salud y el bienestar del ser humano.</span></span></div><span style="color:#000066;"><br /></span><br /><div align="justify"><span style="font-size:130%;color:#000066;"></span></div><span style="color:#000066;"><br /></span><br /><div align="justify"><span style="font-size:130%;"><span style="color:#000066;"><strong>Tratado sobre la importancia del pulso y<br />la sutil habilidad para su examen</strong> </span></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-size:130%;color:#000066;">[1]</span></a><span style="color:#000066;"><br /></span><span style="font-size:130%;"><br /><span style="color:#000066;">Huang-ti, el “emperador amarillo”, preguntó: “¿Cuál es el mejor método para curar?”<br />Chi Po contestó: “El mejor método para curar es ser consistente. Hay que aplicarlo al amanecer, cuando el aliento de Yin [principio femenino de la naturaleza] no ha empezado aún a agitarse, y el de Yang [principio masculino de la vida y la luz] no ha comenzado aún a difundirse; cuando la comida y la bebida no han sido aún ingeridas; cuando las doce venas principales todavía no están colmadas y cuando las venas lo están en completa actividad; cuando el vigor y la energía no han sido aún turbados: en ese momento preciso debe uno examinar lo que le ocurre al pulso”.<br /><br />“Hay que observar si el pulso está agitado o quieto, haciéndolo con la mayor atención y habilidad. Hay que examinar los cinco colores y las cinco vísceras, comprobando si sufren de exceso o de insuficiencia, y observar los seis intestinos, para ver si están fuertes o débiles. Debe examinarse el aspecto del cuerpo, se es rozagante o desmedrado. Deben utilizarse estos cinco exámenes y combinar sus resultados, y entonces podría uno conocer las probabilidades de vida y muerte”.<br /><br />“El pulso es el almacén de la sangre. Cuando los latidos son largos y los golpes prolongados, la constitución del pulso está bien regulada; cuando los latidos son cortos y débiles, la constitución del pulso sufre desarreglo. Un pulso con seis latidos por cada ciclo respiratorio, indica enfermedad del corazón; y cuando es dilatado, la enfermedad es grave”.<br /><br />“Cuando el pulso superior es abundante, su impulso es fuerte; cuando el pulso inferior es abundante, indica flatulencia. Si es irregular y trémulo y los latidos se suceden a intervalos irregulares, el pulso es tenue (menos que débil, pero perceptible y fino como un hilo de seda) el impulso es tenue y fino, lento y corto como al raspar el bambú con un cuchillo, entonces indica que le corazón está inflamado y dolorido”.<br /><br />“Cuando la fuerza del pulso es turbulenta y se altera el color del enfermo como u pozo burbujeante, es señal de que la enfermedad ha penetrado en el cuerpo; el color se ha corrompido y la constitución se ha debilitado. Y cuando la constitución se debilita, se rompe como las cuerdas de un laúd y muere. Por lo tanto, es imprescindible comprender la fuerza de las cinco vísceras”.<br /><br />“Las cinco vísceras, que están dentro del cuerpo deben ser protegidas, Cuando las vísceras interiores están sanas, rebosan fuerza vital y pueden vencer al mal y al temor, y los tonos emitidos son armoniosos y similares a los que provienen del interior de una casa de familia; esto quiere decir que el aire del interior del cuerpo es húmedo, o como si dijéramos, que los tonos son finos y delicados, que ha terminado el ruido y que no puede continuar; todo esto significa que la fuerza vital prevalece sobre la enfermedad”.<br /><br />“Cuando los vestidos que lleva una persona están descuidados, quiere decir, según un proverbio; Ni el bien ni el mal pueden ocultarse, ya estén cerca o lejos; así lo han dispuesto los dioses. Y cuando los graneros y los almacenes no guardan provisiones, es como si las puertas crecieran de sentido e importancia”.</span></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn2" name="_ftnref2"><span style="font-size:130%;color:#000066;">[2]</span></a></div><span style="color:#000066;"><br /></span><br /><div align="justify"><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><em><span style="font-size:78%;color:#000066;">[1]</span></em></a><em><span style="font-size:78%;color:#000066;"> Huang-ti, Nei Ching Sue Wen, Tratado sobre la importancia del pulso y la sutil habilidad para su examen, Revista MD, 1969, Volumen VII, p. M3-M8<br /></span></em><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref2" name="_ftn2"><em><span style="font-size:78%;color:#000066;">[2]</span></em></a><em><span style="font-size:78%;color:#000066;"> Los graneros equivalen al estómago y las puestas al ano, según la explicación de Wan Ping, famoso comentarista de la obra, quien vivió en el sigo VIII d. De C. A él se debe la compilación del texto en la forma actual.</span></em></div><span style="color:#000066;"><br /></span><br /><p><strong><span style="color:#000066;">Fuente bibliográfica: Textos Clasicos de Medicina Tomo I. Cortés, Pérez, Rosales. Facultad de Medicina BUAP. Puebla, México 2007</span></strong></p><br /><br /><div align="justify"></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-1814537547557017852008-01-21T13:53:00.000-06:002008-11-13T02:49:33.472-06:00SUSHRUTA SAMITHA<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQgk2Qv9EXQdu9G1mhWnrlKKFpSSJjl5aSrfjwHGFM2oT6YBDxkn675E8bdMd4PGwOAk-7bYhKzadQFye0sqHQnlHM-siBnfjxRPTySH3r4f6H1FS7A1iuHvgDOXYka7tSD1dQNw8Xr_Ut/s1600-h/Nueva+imagen.png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5158022439051168114" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" height="369" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQgk2Qv9EXQdu9G1mhWnrlKKFpSSJjl5aSrfjwHGFM2oT6YBDxkn675E8bdMd4PGwOAk-7bYhKzadQFye0sqHQnlHM-siBnfjxRPTySH3r4f6H1FS7A1iuHvgDOXYka7tSD1dQNw8Xr_Ut/s320/Nueva+imagen.png" width="283" border="0" /></a><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#000066;"></span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#000066;"></span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#000066;"></span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#000066;"></span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#000066;"></span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#000066;"></span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#000066;"></span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#996633;"><strong>Sushruta</strong></span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-size:130%;"><span style="color:#996633;"><strong><span style="font-family:georgia;">El cirujano indio Sushruta vivió en el siglo VII a. C. En la obra que nos legó Sushruta Samhita o Colección de Sushruta, se dedicó preferentemente a la cirugía y en esa colección se describen más de cien instrumentos médicos. Se describen también numerosos tratamientos para enfermedades basándose principalmente en la medicina natural. Describió cirugías reconstructivas -inclusive con el concepto de injertos pediculados-, técnicas de rafias o suturas intestinales, técnicas de extracción de cálculos vesicales y tratamiento de estrecheces uretrales pues poseían instrumentos para cirugías uretrales abiertas y cerradas. Escribió acerca del diagnóstico y el tratamiento de las personas picadas o mordidas por insectos o reptiles venenosos, como así también sobre venenos naturales o artificialmente compuestos por el hombre y de los elixires (Rasayanatantra). Utilizaba en su cirugía toda clase de materiales, que incluía algodón, cuero, crin de caballo y tendones, definió el término Agadatantra con características muy cercanas al concepto actual de lo que definimos hoy como toxicología.</span><span style="font-family:georgia;"> </span></strong></span></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#996633;"><strong></strong></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#996633;"><strong>Capítulo VIII.<br />Trataremos ahora del nidanam de mudhagarbham: Las relaciones sexuales durante el embarazo, el montar a caballo, o en cualquier clase de vehículo, un largo pasea, un paso en falso, una caída, presión sobre la matriz, correr, un golpe, sentarse o acostarse en un lugar desnivelado o en postura desigual, el ayuno, la represión voluntaria de cualquier necesidad fisiológica, tomar alimentos demasiado amargos, picantes o que resequen, comer sakas en exceso y sustancias alcalinas, la disentería, el uso de eméticos o purgantes, mecerse en una hamaca, indigestión y el uso de medicinas que provocan el parto o el aborto y otras causas semejantes, tienden a expulsar el feto del claustro materno. Estas causas tienden a separar el feto de las paredes del útero con su ligamento placentario debido a una clase de abhighatam,</strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#996633;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#996633;"><strong> del mismo modo que un golpe separa a un fruto de su pedúnculo.<br />Definición: El feto, así separado y expulsado de la matriz, excita la peristalsis no sólo en el útero, sino que provoca una contracción constante y espasmódica de las cavidades intestinales, produciendo dolor en el hígado, bazo, etc. El apana vayu, obstruido por la espasmódica contracción del abdomen, origina cualquiera de los síntomas siguientes: una especie de dolor espasmódico en los costados, o en el cuello de la vejiga, o en la cavidad pélvica, o en el vientre, o en la vagina, o anaha,</strong></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn2" name="_ftnref2"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#996633;"><strong>[2]</strong></span></a><span style="font-family:georgia;font-size:130%;color:#000066;"><span style="color:#996633;"><strong> o retención de orina, y destruye el feto, si está bien desarrollado, con secuela de hemorragia. En caso de que el feto continúe creciendo y presente una postura invertida a la entrada del canal de la vagina y esté enclavado en ese lugar, o si el apana vayu se altera y por consiguiente no puede ayudar a la expulsión del mismo, este feto obstruido se llama mud-ha garbha.<br />Clasificación y síntomas: Los casos de mud-ha garbha pueden dividirse, en términos generales, en cuatro tipos diferentes: kilah, prathikhurah, vijakah y parighah. La clase de presentación incorrecta en que el niño viene con las manos, pies y cabeza vueltos hacia arriba y obstruyendo con la espalda la entrada de la vagina, como una estaca o kila, se llama kilah. Aquella presentación en que las manos, pies y cabeza del niño salen fuera, con su cuerpo en la entrada de la vagina, se llama prathikhurah. El tipo en que sólo sale una mano y la cabeza del niño (con el resto de su cuerpo obstruyendo el mismo lugar) se llama vijakah. La presentación transversal, en que el niño obstruye la entrada del canal vaginal en posición horizontal, como un cerrojo, recibe el nombre de parighah. Aunque algunos maestros afirman que éstas son las cuatro únicas formas de mud-ha garbha, nosotros no admitimos tal opinión, dado que la alteración del vayu puede presentar al feto en varias posturas diferentes a la entrada del canal vaginal. Algunas veces, el niño presenta los dos muslos, y otras una sola pierna en flexión. A veces el niño viene al mundo con el cuerpo doblado y los muslos encogidos, presentando sólo los glúteos oblicuamente. A veces se presenta encajado en la entrada del canal con el pecho, los costados o la espalda. Otras veces viene con el brazo rodeando su cabeza, puesto de lado y con la mano delante. En ocasiones sólo se presentan las dos manos, quedando la cabeza inclinada a un lado; a veces las dos manos, piernas y cabeza del niño, quedando el resto del cuerpo encajado en el canal. He descrito brevemente estas ocho clases de presentación, de las cuales las dos últimas son irremediables. Las demás también deben ser consideradas como tales si van acompañadas de las siguientes complicaciones: anormal sentido de percepción en la madre, convulsiones, dislocación o contracción del órgano de la reproducción (yoni), un dolor especial como el subsiguiente al parto, tos, respiración dificultosa o vértigo.<br />Versos alusivos: Como un fruto en plena madurez se separa naturalmente de su pedúnculo y cae a tierra irremisiblemente, sí el cordón que une al feto a su madre se desprende con el tiempo y el niño sale del útero al mundo de la acción. Por otra parte, como un fruto comido por los gusanos o sacudido por el viento o por un golpe cae antes de tiempo al suelo, así es expelido el feto de la matriz antes de su término. Durante cuatro meses después de la fecundación, el feto permanece en estado líquido, por lo que su destrucción o salida de la matriz toma el nombre de aborto. Durante el quinto y sexto mes los miembros del feto cobran firmeza y densidad, de ahí que su salida en ese tiempo se denomina malparto.<br />Pronóstico: La parturienta que mueve violentamente la cabeza en un arrebato de dolor (en el momento del parto), que la hace olvidar todo recato natural, y cuyo cuerpo se enfría, y los costados y vientre están cubiertos por una red de anchas venas azuladas, invariablemente muere con el niño muerto encerrado en la matriz. La muerte del feto en la matriz puede comprobarse por la falta de movimiento de aquél o de todo dolor de parto, o por el color oscuro o amarillento de la tez de la parturienta, el olor cadavérico de su aliento, el dolor de cólico en el vientre y la distensión de éste debido a la prolongada hinchazón y a la descomposición del feto en la matriz.<br />La muerte de un feto en la matriz puede ser el resultado del algún trastorno emocional de la madre (como la muerte de un familiar o la pérdida de dinero durante el embarazo), del mismo modo que un golpe externo o lesión en la matriz o cualquier enfermedad grave de la madre puede tener iguales consecuencias. Un feto que se mueve en la matriz de una mujer que acaba de expirar (de convulsiones, etc.) durante el parto a término, debe ser extraído inmediatamente de la matriz, como una cabra, mediante sección de las paredes abdominal y uterina, ya que cualquier demora en la extracción del niño puede acarrear su muerte.</strong></span><br /></span></div><div align="justify"><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-family:georgia;font-size:85%;color:#000066;">[1]</span></a><span style="font-family:georgia;font-size:85%;color:#000066;"> Contracción uterina.<br /></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn2" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref2" name="_ftn2"><span style="font-family:georgia;font-size:85%;color:#000066;">[2]</span></a><span style="font-family:georgia;font-size:85%;color:#000066;"> Timpanitis con obstrucción.</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-size:130%;"></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:georgia;font-size:85%;"><strong>Fuente bibliográfica; Textos Clasicos de Medicina. Tomo I. Cortés, Pérez, Rosales. Facultad de Medicina BUAP. Puebla, México 2007</strong></span></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-5515335224383724692008-01-15T12:28:00.000-06:002008-02-05T12:06:49.807-06:00IMAGENES DE LA MEDICINA ANTIGUA III<p align="center"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='518' height='388' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dybkpdDBpOBj-KMSsHBSm3j2YdZt0goH8jmzwwk7197O9rMXfZJY0FW6NTNaf2FgV0Wvfy8N2_psdAgKkrgvg' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-42846408890076425362008-01-14T11:35:00.000-06:002008-01-30T19:41:33.263-06:00IMAGENES DE LA MEDICINA ANTIGUA II<p align="center"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='524' height='387' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzHztTpn-V1d-76AcnhZyaf3PBLTKhDQQUpGOJH7p28lEjQANC6Sbfs-hR-Pxdh4SXq75lPY7-br_bJzbgx' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-80121989039676070742008-01-12T08:10:00.001-06:002008-11-13T02:49:33.622-06:00PAPIRO DE EDWIN SMITH<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZYMBlYxV3rbZwb4T8MgaQanRXaVLM_ONGPhQXPmmuxcEs1rtud1tpbiy1-g17FmvMdsMXNeSTVcW49mIruB6hs3PyEgUBbBhmVJZhTIyflZumUk8oURtisftMPPpHw4950cLTfCnVyPz-/s1600-h/Papiro+1.png"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5154594586997524802" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 505px; CURSOR: hand; HEIGHT: 305px; TEXT-ALIGN: center" height="228" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZYMBlYxV3rbZwb4T8MgaQanRXaVLM_ONGPhQXPmmuxcEs1rtud1tpbiy1-g17FmvMdsMXNeSTVcW49mIruB6hs3PyEgUBbBhmVJZhTIyflZumUk8oURtisftMPPpHw4950cLTfCnVyPz-/s320/Papiro+1.png" width="435" border="0" /></a><br /><p align="justify"><br /><span style="color:#6600cc;"><br /></span><span style="color:#996633;"><span style="font-size:130%;"><span style="font-family:courier new;"><strong>Papiro de Edwin Smith<br /></strong><br />Es un tratado de cirugía, elaborado en el Antiguo Egipto hace casi 5000 años, se remonta a los tiempos del primer período del Antiguo Imperio. Su contenido fue recopilado por un autor desconocido, que se presume fue un cirujano quien lo copió, siglos después de haberse escrito, cuando muchos de los términos originales en él utilizados se habían hecho incomprensibles y obsoletos; constituye hoy día, una de las joyas bibliográficas de más valor en la historia de la medicina y cirugía. En el se describen prácticas clínicas desarrolladas en la época y contiene observaciones importantes sobre Anatomía, Fisiología y Patología.<br />El Papiro Médico de Edwin Smith, debe su nombre al egiptólogo norteamericano, quien adquirió el rollo en 1862 en la ciudad egipcia de Luxor (Tebas), después de su muerte, sus herederos presentaron el papiro a la Sociedad de Historia de New York, y autorizaron que se estudiara su contenido. La traducción completa, acompañada de reproducciones en facsímil, glosarios y comentarios, apareció en 1930 y proporcionó un concepto totalmente nuevo acerca de la antigua cirugía egipcia.<br /><br /><br /><strong>Papiro de Edwin Smith </strong></span></span></span><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftn1" name="_ftnref1"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#996633;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="color:#996633;"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;"><strong><br /></strong></span><br /><br /></span><span style="font-size:130%;"><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#996633;"><strong>Instrucciones relativas a la fractura de la nariz.<br />Reconocimiento:</strong> Si viene a ti un hombre con fractura de la nariz, y ésta se halla desfigurada con una depresión, a la vez que sobresale la hinchazón y el paciente ha sangrado por ambas fosas nasales...<br /><strong>Diagnóstico:</strong> Dirás respecto a él: “Tiene rotos los huesos de la nariz. Dolencia que voy a tratar”.<br /><strong>Tratamiento:</strong> Le limpiarás la nariz con dos compresas de hilo. Colocarás otras dos compresas de hilo, impregnadas de grasa, en el interior de las fosas. Le mantendrás inmóvil en el potro hasta que la hinchazón se reduzca. Le colocarás vendas de hilo que sujeten fuertemente su nariz. Después le aplicarás hilas cada día hasta que se cure.<br /><br /><strong>Instrucciones concernientes a la dislocación de la mandíbula.</strong><br /><strong>Reconocimiento:</strong> Si examinas a un hombre con la mandíbula dislocada, y ves que tiene la boca abierta, sin poder cerrarla, pon tus pulgares en los dos extremos de la mandíbula por el interior de la boca y con dos garras (esto es, dos grupos de dedos) bajo su barbilla, los empujarás hasta que encaje en su sitio...<br /><strong>Diagnóstico:</strong> Dirás respecto a él: “Uno que tiene dislocación de mandíbula. Dolencia que trataré”.<br /><strong>Tratamiento:</strong> Le vendarás con ymrw y miel cada día hasta que se reponga.<br /><br /></span></span><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#996633;"><strong>Una herida abierta en la cabeza que penetra hasta el hueso y fractura el cráneo.<br />Reconocimiento:</strong> Si reconoces un hombre con una herida abierta que llega hasta el hueso y le fractura el cráneo, palparás la herida. Si encuentras algo anormal bajo tus dedos, y él se estremece con fuerza, en tanto que aumenta la hinchazón que está sobre ella, y derrama sangre por las fosas nasales y los dos oídos, y tiene tal rigidez en el cuello que no puede mirar sus hombros ni su pecho...<br /><strong>Diagnóstico:</strong> Dirás acerca a él: “Tiene una herida abierta en la cabeza que penetra hasta el hueso y le fractura el cráneo; a la vez que sangra por la nariz y oídos, tiene rigidez en el cuello. Dolencia que combatiré”.</span></span></span> </p><div align="justify"><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=476429304829948068#_ftnref1" name="_ftn1"><span style="font-size:78%;"><strong>[1]</strong></span></a><span style="font-size:78%;"><strong> <span style="font-family:Arial;">TEXTOS CLÁSICOS DE MEDICINA TOMO 1. CORTÉS, PÉREZ Y ROSALES. FACULTAD DE MEDICINA BUAP. PUEBLA, PUE. MÉXICO 2007</span></strong></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:Arial;font-size:78%;"></span></div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify"></div>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-63007619151096637622008-01-10T13:20:00.000-06:002008-01-30T19:37:53.945-06:00IMAGENES MEDICINA ANTIGUA I<p align="center"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='452' height='387' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dwrLh9VPJ99s_cDOFprxmW8361qU6O0uVngrVQIfjQWdiYFVR-cPYYsIF7kmTmI_QnOGi58qOUPEnrspycbRQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p>Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-22713948748048529822007-12-22T07:29:00.000-06:002008-01-30T09:43:53.756-06:00PROGRAMA DE ESTUDIOS 2007BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA<br />UNIDAD ACADÉMICA:<br />FACULTAD DE MEDICINA<br /><br />PROGRAMA DE CURSO DE LICENCIATURA<br /><br />NÚMERO DE CÓDIGO Y NOMBRE DEL CURSO:<br />HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA MEDICINA MCP 210<br /><br />FECHA DE CREACIÓN:<br />FEBRERO 1994.<br /><br />FECHA DE REVISIÓN Y ACTUALIZACIÓN:<br />JULIO DE 2007<br /><br />NIVEL EN QUE SE UBICA EN EL MAPA CURRICULAR:<br />BÁSICO<br /><br />NOMBRE DE LOS PROFESORES QUE ELABORARON EL PROGRAMA:<br />DR. DOMINGO PÉREZ GONZÁLEZ<br />DR. JORGE GASPAR RODOLFO CORTES RIVEROLL<br />DR. SALVADOR ROSALES DE GANTE<br /><br />DATOS GENERALES:<br />CRÉDITOS: 6 HT 2 HP2<br /><br />PRERREQUISITOS:<br />HABER CURSADO LOS DOS PRIMEROS CUATRIMESTRES DE LA CARRERA DE MEDICINA, BIOMEDICINA O FISIOTERAPIA ASÍ COMO DE CARRERAS AFINES.<br />PRESENTACIÓN<br /><br />Los estudios de la medicina están relacionados con una explicación profunda de lo que el ser humano es desde el punto de vista biológico, psicológico y social. Los seres humanos vemos a la medicina como algo esperanzador para ayudarnos en la lucha contra las enfermedades y discapacidades. La medicina se ve como algo que puede liberarnos del dolor inevitable, de la incertidumbre y de una muerte con sufrimiento, triste destino de la frágil condición humana. La medicina esta en constante renovación de su conocimiento científico y tiende a rechazar sus “viejas teorías” y convicciones sobre sus saberes tradicionales, cual si fueran periódicos de ayer, para dar la bienvenida al nuevo conocimiento que la mayoría genera hoy en día en laboratorios de experimentación y hospitales. Ante estas circunstancias nos preguntamos ¿En verdad los conocimientos médicos del pasado remoto o reciente no tienen utilidad en la actualidad? ¿Por qué debemos estudiar la historia de la medicina? ¿Cuando estamos en posibilidad de abandonar el pasado como si fuera inadecuado, impreciso e inválido cuando hay tanto moderno que aprender? ¿Hay realmente tiempo y energía para estudiar lo pasado, lo rechazado, lo inefectivo? Las respuestas a estas interrogantes las encontramos en las siguientes razones para justificar el estudio de la Historia y la Filosofía de la Medicina.<br />· Aquellos que no aprendan las lecciones de la historia están condenados a repetir sus errores.<br />· Todos tenemos necesidad de encontrar personajes y fuentes de inspiración en los que se base nuestra lucha contra la enfermedad y el sufrimiento. Estos personajes heredaron herramientas, creencias y actitudes y lograron hacer magnificas contribuciones personales para el progreso de la medicina.<br />· Es necesario predecir el cambio y el rumbo que va a seguir la medicina. Conectar los puntos de nuestra historia con nuestro presente y proyectar de alguna manera esta línea hacia el futuro. La geometría nos dice que son necesarios dos puntos para definir una línea y uno de esos puntos es el pasado.<br />· El estudio de la historia es una lección de humildad. Nuestros predecesores creyeron que estaban haciendo lo mejor pero nosotros sabemos que no fue suficiente. En un tiempo de rápida expansión del conocimiento es inevitable que las prácticas que han utilizado por muchos años se cambien y se descarten. Los conocimientos actuales pronto se probarán erróneas o incompletas y deberán aprenderse de nuevo; y recordaremos a nuestros pacientes a los cuales atendimos con nuestro defectuoso conocimiento. Más debemos con humildad y compromiso seguir haciendo lo mejor que podamos.<br />· Finalmente el estudio de la historia y la filosofía de la medicina confirma esos principios fundamentales de la medicina que simplemente no cambian a pesar de los avances de la ciencia, la tecnología, el cambio social y la política. La Medicina tiene su inmutable base en el cuidado, la atención, la preocupación por los demás y la ayuda que es lo que ha sostenido su progreso, guiando nuestros objetivos al servicio de la humanidad.<br /><br />Estas razones son un breve repaso de la importancia de la historia y la filosofía de la medicina como parte integral del conocimiento científico de la medicina. Como disciplina actual de las áreas del conocimiento médico, la historia y la filosofía de la medicina, contribuye a cumplir con el espíritu de la teknhe de los médicos de la escuela hipocrática de la Grecia Clásica: “saber hacer sabiendo porque se hace lo que se hace, sabiendo lo que la cosa es en si”.<br />Por todo lo anteriormente dicho, el curso de historia y filosofía de la medicina es un recorrido a través del tiempo de los esfuerzos hechos por la humanidad para enfrentarse y combatir la enfermedad. Este recorrido esta dividido en las etapas siguientes: medicina prehistórica, medicina primitiva, medicina de los pueblos antiguos, medicina de la edad media, medicina del renacimiento, medicina moderna y medicina actual. En todas y cada una de las etapas se analizan las características de la práctica médica como son: el papel del curador, la posición del enfermo, la relación médico – paciente, la interpretación de la enfermedad, el saber médico, la practica médica, al acto médico, el diagnóstico, la terapéutica y el pronóstico entre las más importantes. El curso concluye con un inventario de las características de la medicina actual. Es importante señalar que a la par del análisis del contenido teórico del curso se desarrollan un conjunto de prácticas que tiene como finalidad introducir al estudiante de la historia y la filosofía de la medicina a los métodos de la investigación histórica y filosófica. Valga la contribución de la Academia Historia y la Filosofía de la Medicina a la formación profesional de los estudiantes de las profesiones del Área de la Salud, particularmente las carreras de Medicina, Fisioterapia y Biomedicina.<br /><br />OBJETIVO GENERAL DEL CURSO:<br />Analizar e identificar, en las etapas históricas del desarrollo de la sociedad, los antecedentes de la lucha de la humanidad contra la enfermedad a través de la interpretación científica del proceso salud – enfermedad para que se constituya en el marco teórico para identificar el desarrollo histórico del interrogatorio, la exploración física, el diagnóstico, la terapéutica y el pronóstico en el marco del acto médico y la relación médico paciente.<br /><br /><br />OBJETIVOS ESPECÍFICOS<br />Introducir al estudiante de las carreras de medicina, biomedicina, fisioterapia y afines a los métodos histórico y filosófico para aplicarlos posteriormente al conocimiento de las características particulares de sector del Sistema Nacional del Salud al que se incorpore.<br /><br />Promover la investigación histórica y filosófica del desarrollo histórico y las bases filosóficas de la lucha contra las enfermedades en el marco de una especialidad médica de interés para el estudiante de las carreras del área de la salud.<br /><br /><br />CONTENIDO DEL CURSO<br /><br />UNIDAD DIDACTICA I<br />HISTORIA DE LA MEDICINA, PREHISTORIA Y PRIMERAS CIVILIZACIONES<br /><br />1.1 El porqué de la historia de la medicina.<br />1.2 El quehacer del historiador y el docente de la historia de la medicina.<br />1.3 Medicina prehistórica y paleopatología.<br />1.4 Medicina de los primeros pueblos primitivos.<br /><br />LECTURAS DE CLÁSICOS:<br />Papiro de Edwin Smith<br />Papiro de Ebers<br />Colección de Susruta<br />Nei Ching Sue Wen<br /><br />UNIDAD DIDACTICA II<br />GRECIA Y ROMA<br /><br />2.1 La Grecia arcaica, del mito a la ciencia.<br />2.2 La Grecia clásica, los orígenes de la medicina científica.<br />2.3 La medicina Romana y Galeno.<br />2.4 La medicina en la edad media.<br /><br />LECTURAS DE CLÁSICOS:<br />Aforismos Hipócrates.<br />Sobre la medicina antigua.<br />Epidemias.<br />Sobre el médico<br />Juramento hipocrático.<br />De materia médica.<br />Tratado de medicina.<br />Historia natural.<br />Sobre la interrogación del paciente.<br />Sobre las escueles de medicina a los principiantes.<br />Sobre la epilepsia y sus causas.<br />Sobre las diferencias de los pulsos.<br />Ciudad y medicina en la edad media.<br />Etimologías.<br />La cirugía de las escrófulas.<br />Canon de la medicina<br />Anatomía.<br />La peste negra.<br /><br />UNIDAD DIDÁCTICA III<br />AMERICA ANTIGUA Y RENACIMIENTO EUROPEO<br /><br />3.1 La medicina en la América antigua.<br />3.2 La medicina en el Renacimiento europeo.<br />3.3 el encuentro de la medicina americana y la medicina europea.<br /><br />LECTURAS DE CLÁSICOS:<br />De humani corporis fabrica.<br />Restitución del cristianismo.<br />Cirugía universal.<br />Opera omnia.<br />Sobre cirugía.<br />De contagione et contagiosis morbos.<br />Historia general de las cosas de la Nueva España.<br />Conjuros médicos.<br />Suma y recopilación de cirugía.<br />Opera medicinalia.<br />Las epidemias en la Nueva España.<br /><br />UNIDAD DIDÁCTICA IV<br />BARROCO, ILUSTRACIÓN, ROMANTICISMO, AMÉRICA COLONIAL, POSITIVISMO Y SIGLO XX<br /><br />4.1 Broco, ilustración y romanticismo europeo.<br />4.2 América colonial.<br />4.3 Positivismo.<br />4.4 Medicina moderna del siglo XX.<br />4.5 Medicina actual y medicina del futuro.<br /><br />LECTURAS DE CLÁSICOS:<br />Hábitos médicos: el vínculo entre el pasado y el presente.<br />Exercitatio anatomica de motu cordis et sanguinis in animalibus.<br />Sobre la estructura de los riñones.<br />Constitución epidémica en Londres.<br />La lesión anatómica.<br />Tratado sobre la teoría y la práctica de la obstetricia.<br />Observaciones sobre la percusión.<br />De sedibus et causis morborum.<br />Tratado de las enfermedades venéreas.<br />Mercurio volante.<br />Investigación sobre las causas y efectos de la vacuna.<br />Cartilla de vacunar.<br />La noción de tejido.<br />Del cuidado de los enfermos en el Hospital de San Pedro de Puebla de los Ángeles.<br />Tratado sobre la auscultación mediata.<br />Tratado repercusión y de auscultación.<br />La cirugía anatomoclínica.<br />Los comienzos de la anestesia quirúrgica.<br />Disertación sobre el uso del cloroformo como agente anestésico.<br />La concepción celular del organismo.<br />La neurona.<br />Etiología, concepto y profilaxis de la fiebre puerperal.<br />Sobre el principio antiséptico en la práctica de la cirugía.<br />El mecanismo de la inmunidad.<br />Casos que ilustran algunos de los aspectos observables en el examen de enfermedades que terminan en efusión hidrópica.<br />El psicoanálisis.<br />Estudio comparativo de las parálisis motrices orgánicas e histéricas.<br />El mosquito hipotéticamente considerado como el agente de transmisión de la fiebre amarilla.<br />La praxis social de la medicina mexicana en el siglo XX.<br /><br />CONTENIDO DE LAS PRÁCTICAS<br />PRÁCTICA:<br />Visita archivos históricos, visita a instituciones de salud, entrevistas y encuestas, trabajos escritos sobre historia de las enfermedades, especialidades, técnicas, instrumentos, métodos y participación en los eventos académicos organizados por la academia.<br /><br />Total de horas de práctica: 32 horas.<br /><br />TEMAS PARA ACTIVIDADES DE AUTOAPRENDIZAJE Y TRABAJO INDIVIDUAL Y/O COLECTIVO EXTRA-AULA<br /><br />1 Mito, magia y religión, por ejemplo: TALLER DE MEDICINA HOMÉRICA<br />2 Vida, evolución y muerte, por ejemplo: TALLER SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE<br />3 Medicina tradicional mexicana, por ejemplo: TALLER DE MEDICINA TRADICIONAL<br />4 Terapias alternativas o complementarias, por ejemplo: TALLER DE DIGITOPUNTURA.<br />5 El conocimiento científico, por ejemplo: TALLER DEL MÉTODO CLÍNICO.<br />6 Las instituciones de salud, por ejemplo: TALLER DE SISTEMA DE ATENCION MÉDICA<br />7 La clínica, por ejemplo: TALLER DE HISTORIA CLINICA<br />8 La practica médica, por ejemplo: TALLER SOBRE LAS ESPECIALIDADES MÉDICAS<br />9 La educación médica, por ejemplo: TALLER DE ENSEÑANZA DE LA MEDICINA<br />10 El médico, por ejemplo: TALLER SOBRE PSICOANTROPOLOGIA DEL MÉDICO<br /><br /><br />METODOLOGÍA PARA LA ENSEÑANZA APRENDIZAJE.<br />CONFERENCIAS CON MÉTODOS DE PARTICIPACIÓN ESTUDIANTIL (LLUVIA DE IDEAS, FORMULACIÓN DE PROBLEMAS, SESIÓN DE PREGUNTAS Y REPUESTAS, ETC.).<br />METODOS DE TRABAJO GRUPAL (COLABORATIVO, COOPERATIVO, ESTRATEGICO. ETC).<br />PROYECCIÓN DE PELÍCULAS DE CARÁCTER HISTÓRICO, VISITAS GUIADAS A MUSEOS Y/O CENTROS ARQUEOLÓGICOS, ENTREVISTAS, CONSULTA DE FUENTES PRIMARIAS Y SECUNDARIAS Y ORGANIZACIÓN DE SEMINARIOS.<br /><br />ACTIVIDADES DE AUTOAPRENDIZAJE<br />LECTURA CRÍTICA DEL LIBRO DE TEXTO, LECTURA ANALITICA DE ANTOLOGÍA DE ARTÍCULOS, LECTUIRA DE APUNTES CON ELABORACIÓN DE ENSAYOS. BUSQUEDA DE INFORMACIÓN Y DOCUMENTOS ELECTRÓNICOS, INTERNET Y VISITA A ARCHIVOS HISTÓRICOS Y MUSEOS CON EXPOSICIONES SOBRE LA HISTORIA.<br /><br />CRITERIOS DE EVALUACIÓN<br />CUANTITATIVO: DOS EXAMENES PARCIALES PARA OBTENER DERECHO A EXENTAR CON CALIFICACIÓN DE 8.0 A 10 COMO PROMEDIO, EXAMEN ORDINARIO PARA QUIEN NO HAYA EXENTADO, EXAMEN EXTRAORDINARIO PARA QUIENES NO HAYAN EXENTADO O APROBADO EL EXAMEN ORDINARIO. EL VALOR DE LA CALIFICACIÓN SERÁ DEL 70% DEL TOTAL DE LA CALIFICACIÓN FINAL EXCEPTO ENEL EXAMEN EXTRAORDINARIO QUE ES DEL 100% (CONSULTAR ARTICULOS DE OBTENCIÓN DE CALIFICACION DEL EREGLAMENTO DE EVALUACIÓN)<br />CUALITATIVO: PARTICIPACIÓN EN CLASE, PRESENTACIÓN DE RESULTADOS DE ACTIVIDADES DE AUTOAPRENDIZAJE, PRESENTACIÓN DE TRABAJOS ESPECÍFICOS (BIOGRAFIAS, HISTORIA DE LAS ESPECIALIDADES, HISTORIA DE LAS ENFERMEDADES, CAPTURA DE INFORMACIÓN, DIGITALIZACIÓN DE DOCUMENTOS, TRADUCCION INGLES ESPAÑOL, ETC) VALOR DE LA CALIFICACIÓN FINAL 15%<br />PARTICIPACIÓN EN ACTIVIDADES PRÁCTICAS, ACADÉMICAS, DE DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO Y TALLERES. VALOR DE LA CALIFICACIÓN FINAL 15%<br /><br />FORMAS DE CALIFICACÓN:<br />EL RESULTADO FINAL DE LA CALIFICACIÓN SE MULTIPLICA POR 0.7 (PARA OBTENER EL VALOR FINAL DEL 70%) AL RESULTADO OBTENIDO SE LE SUMA EL PORCENTAJE LOGRADO DE LOS CRITERIOS CUALITATIVOS QUE TIENEN UN RANGO DE 0% A 30% CONVERTIDO A UNIDADES CON DECIMALES ENTRE 0 Y 3. LA CALIFICACIÓN MÍNIMA APROBATORIA ES DE 6 CON APROXIMACIÓN A PARTIR DE 5.6 AL INMEDIATO SUPERIOR.<br /><br /><br /><br />BIBLIOGRAFÍA:<br /><br />1. HISTORIA DE LA MEDICINA ALBERTO GARCÍA VALDEZ EDITORIAL INTERAMERICANA-MAC GRAW-HILL, ESPAÑA,1987<br />2. HISTORIA DE LA MEDICINA. PEDRO LÍAN ENTRALGO. EDITORIAL SALVAT. ESPAÑA, 1982. VERRSION ELECTRÓNICA EN DISCO COMPACTO.<br />3. HISTORIA DE LA MEDICINA. ROGELIO HERREMAN,. EDITORIAL TRILLAS, MÉXICO,1987.<br />4. EL NACIMIENTO DE LA CLINICA, MICHEL FOUCAULT, SIGLO XX1, MÉXICO,1963<br />5. HISTORIA DE LA MEDICINA, J. A. HAYWARD, FCE ,MÉXICO,1993<br />6. TRATADOS MÉDICOS. HIPÓCRATES, GREDOS. ESPAÑA 1990<br />7. HISTORIA DE LA MEDICINA EN MÉXICO. FERNANDO OCARANZA. CIEN. MÉXICO.1995<br />8. FACULTAD DE MEDICINA. FILOSOFIA, EDUCACIÓN Y TRADICIÓN. CORTES R., J. G. R. PÉREZ G., D. ROSALES DE G., S. ED. BUAP, MÉXICO 2003.<br />9. LECTIO ET DISPUTATIO. CORTES R., J. G. R. PÉREZ G., D. ROSALES DE G., S. ED. BUAP, MÉXICO 2003.<br />10. IN TLILLI IN TLAPALLI. CORTES R., J.G. R. PÉREZ G., D. ROSALES DE G., S. ED. BUAP, MÉXICO 2004.<br />11. HISTORIA DE LA MEDICINA LIBRO 1. CORTES R., J. G. RODOLFO. PÉREZ G., D. ROSALES DE G., S. ED. BUAP, MÉXICO 2005.<br />12. NOCIONES HISTORICAS SOBRE LA ENFERMEDAD. CORTES R., J.G. R. PÉREZ G., D. ROSALES DE G., S. ED. BUAP, MÉXICO 2006<br />13. CLASICOS DE LA MEDICINA I. CORTES R., J. G. R. PÉREZ G., D. ROSALES DE G., S. ED. BUAP, MÉXICO 2007<br />14. CLÁSICOS DE LA MEDICINA II. CORTES R., J. G. R. PÉREZ G., D. ROSALES DE G., S. ED. BUAP, MÉXICO 2007<br />15. ANTOLOGIA DE ARTICULOS DE REVISTAS. ELABORADO POR CADA PROFESOR. SEGUNDA VERSIÓN OTOÑO 2007.<br />16. APUNTES PARA EL CURSO DE HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA MEDICINA. ELABORADO POR CADA PROFESOR. VERSIÓN OTOÑO 2007.<br /><br /><br />EDICIÓN DEL PROGRAMA DR. DOMINGO PÉREZ GONZALEZ EL MES DE JULIO DE 2007 EN PUEBLA DE ZARAGOZA.Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-476429304829948068.post-52305927571924047432007-12-13T10:45:00.000-06:002008-01-30T19:36:27.925-06:00SOBRE EL ABUSO DEL CHOCOLATE, TABACO, TÉ Y CAFÉBenemérita<br />Universidad Autónoma De Puebla<br /><br />Facultad De Medicina<br /><br />Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina<br /><br />Comentarios sobre el libro:<br /><br />“TRATADO DE LOS USOS, ABUSOS, PROPIEDADES Y VIRTUDES DEL TABACO, CAFE, TE Y CHOCOLATE”<br />Por el lic. Don Antonio Levadan cirujano de ejercicio<br />Año 1796<br /><br /><br />Presentan:<br />Contreras Sánchez Saúl Eduardo<br />Mora Velázquez Ericsson Joaquín<br /><br />Selección de texto<br />Dr. Domingo Pérez González<br /><br />TRATADO DE LOS USOS, ABUSOS, PROPIEDADES Y VIRTUDES DEL TABACO, CAFE, TE Y CHOCOLATE<br /><br />Sección Primera<br /><br /><br />En la primera sección de este libro se trata sobre la descripción, comparación y usos que se la daban al tabaco, también plantea una fuerte discusión entre aquellos que apoyan el uso terapéutico del tabaco y aquellos que lo consideran perjudicial para la salud humana, aunque el texto parece estar en completo favor de los beneficios del tabaco, en el capitulo VII, se expone cual es el modo correcto para utilizar el tabaco, así como se citan las obras de diversos autores que han confirmado el poder curativo de la tan controvertida planta, pero este texto parece entender que para que haya un buen entendimiento de este tema es necesaria la exposición de la otra cara de la moneda, y destina un capitulo especial para ello, citando todas y cada unas de la ideas que exponen las desventajas y los perjuicios del uso de la Buglosa Antártica (otro nombre que recibía esta planta).<br />El texto parecería imparcial hasta aquí pero no, en el capitulo siguiente se refutaron todas y cada una de la ideas de oposición, y creo que se pretendió desacreditar a aquellos a los que antes habían citado, en este momento ya no creemos necesario, el seguir describiendo mas el texto, no por falta de ganas, sino por que quizás ya es prudente que detengamos nuestro análisis de este apartado y dirijamos nuestra atención hacia la sección siguiente.<br /><br />Sección Segunda<br /><br />Se ha utilizado el primer apartado de esta sección solo para hacer hincapié de la antigüedad del café y se ha descrito con una precisión que pocos podrían hacer.<br />Este texto sentimos que repite mucho las cosas, aunque de un modo muy sutil y enfocando lo descrito de manera diferente, aun así en los siguiente apartados se citan diferentes tipos de café y solo algunos de los efectos positivos que le encuentran cuando, esta semilla se tuesta, muele y se prepara hervida, para que se pueda beber, se hacen recomendaciones para prepara esta bebida, esperando que sus efectos sean lo mas agradable para el consumidor.<br />A diferencia de la sección anterior en esta no se esta completamente seguro de las ventajas del uso del café, por lo que aunque en el capitulo IV se señalan las virtudes terapéuticos del consumo de esta bebida, en el capituló V se señalan las desventajas que pueden ocasionarse con el consumo de la misma. Ya para la parte final se habla de otros tipos de café y de los usos, y se hacen observaciones sobre el por que de las diferencian que hay, no solo entre estos tipos de café, también se preguntan el porque de las diferencia entre el efecto que producen los granos tiernos y el efecto de los mismos una vez que han sido tratados para preparar café.<br /><br />Sección Tercera<br /><br />Otro remedio famoso fue el uso medicinal del Te, que quizá es originario de las tierras chino-japonesas, y que desde tiempo inmemoriales se han consumido para traer alivio a la población. El te, es de fabricación artesanal, era cuidado de manera muy celosa por los chino, los cuales guardaban lo mejor para ellos y distribuían el te de mediana calidad al resto del mundo, quizá quedamos impresionados de las mucha maneras en la que se podía prepara el te, y es que no por ser ignorantes solo conocíamos su consumo a través de bebidas, que unas veces se sirven calientes y otras frías. Los chinos cuidaban esta poderosa planta con mucho celo, a tal grado de que llegaron a confundir a los mas experimentados botánicos de esa época, engañándolos y dándoles otra planta para intentaran en vano obtener plantas de te en el viejo continente.<br />Los Chinos conocían la planta del te con tal precisión, que aprendieron a diferenciar las distintas especies que esta planta tenia, a diferencia de las secciones anteriores en este capitulo no se esta tan seguro de cuales son los beneficios y los perjuicios que el consumo de esta bebida puede acarrear y muchos de lo grandes científicos que se citan no están muy de acuerdo en desacreditar por completo el uso de esta bebida, así como no aprueban del todo que sea completamente virtuosa, es mas algunos experimentos son descritos quizá para que el lector tome una decisión y se cargue ya sea a favor o en contra de esta bebida, las paginas finales del capitulo VI hacen descripciones de casos en lo que se cree que el abuso en el consumo del te ha propiciado diferentes enfermedades que antes de la aparición de esta bebida eran infrecuentes.<br /><br />Sección Cuarta<br /><br />El chocolate, delirio y perdición de muchos, su sabor dulce y amargo ha hecho que el hombre lo prefiera por sobre muchas otras golosinas, es el milagro que el continente americano dio al mundo, esta sección parece desarrollarse casi de la misma forma que las anteriores se hacen descripciones de la planta, de como se recoge el fruto y de como se preparara para su consumo, aunque la preparación del chocolate europeo difiere mucho del método en que el cacao se preparaba en América, ya que según recuerdo, el la bebida de cacao que se preparaba en América era de un sabor un tanto amargo, y los europeos agregaban al cacao durante su preparación grandes cantidades de azúcar, esto mitiga la esencia misma de la bebida.<br />Es de gran utilidad el chocolate en el tratamiento de diversas enfermedades, pero según el texto tiene efectos diversos en las personas que lo ingieren, provocándoles saciedad y bienestar a unos mientras a otros les crea una sensación de vació y exaltación. Se recomienda en que enfermedades en necesario el consumo de chocolate y en cuales se restringe casi por completo la totalidad de su consumo.Domingo Pérez Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/14171595341216727010noreply@blogger.com0